El pasado 30 de marzo Andrés Bódalo entró en prisión tras ser condenado por una agresión a un teniente alcalde socialista de Jódar en 2012, mientras protestaban a las puertas del ayuntamiento para exigir trabajo para todas aquellas personas que se quedaron sin peonadas en aquella campaña. Andrés, jornalero del SAT y concejal por Jaén en Común, ha sido condenado a 3 años y medio de prisión.
Desde ese mismo dia sus compañeros del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) iniciaron la lucha por su libertad. Un día antes de su entrada en prisión, el SAT comenzó una movilización de carácter indefinido hasta conseguir la puesta en libertad de Andrés. Una marcha que comenzó en la ciudad de Jaén, pasando por la cárcel donde Bódalo se encuentra en prisión y terminando una primera fase de la movilización en Jódar, donde se instaló durante un mes un primer campamento.
Tras la estadía en Jódar el 4 de mayo decenas de militantes del SAT emprendieron una marcha hacia Madrid donde instalaron su campamento el 15 de mayo e iniciaron una huelga de hambre que cumple veintisiete días.
Este jueves una de las compañeras del SAT e hija de Andrés, María Vitoria Bódalo, tuvo que ser atendida por los servicios del SAMUR y posteriormente fue ingreasada en el hospital dado su estado de salud. A 27 días de huelga, la salud de los dieciséis compañeros del SAT se resiente, pero aseguran sentirse con ganas de seguir luchando hasta conseguir la libertad de Bódalo. Los sindicalistas esperan que pronto llegue el indulto a su compañero, y tienen claro que no descansarán hasta conseguirlo.
Bódalo víctima de la represión
Andrés Bódalo fue detenido por una acción en la que pedía trabajo para los jornaleros. Él es un jornalero, un militante del sindicato y desde hace poco tiempo concejal por Jaén en Común. Un luchador y eso le ha llevado a entrar en prisión. Este es uno de las persecuciones más importantes contra los luchadores hoy en el Estado español, y en particular contra los sindicalistas del SAT. Defender el trabajo y luchar contra la pobreza parece ser hoy un delito grave.
La persecución hacia los trabjadores del SAT y otros luchadores de todo el estado lleva tiempo agudizándose. Las cifras no deja lugar a dudas de la represión que el sistema ejerce contra las y los que defienden los derechos de los trabajadores. Solo el SAT, y según publicó hace poco en su web, ya suma un total de 637 sindicalistas entre acusados, sancionados e imputados/investigados, que han tenido que enfrentarse a la "justicia". Las peticiones de cárcel contra estos sindicalistas alcanzan los 416 años y 11 meses. A ello se suman suman multas y sanciones pendientes que ascienden al millón de euros.
El SAT ha participado en varias ocupaciones simbólicas de tierra, en expropiaciones de supermercados para obtener comida y material escolar. En una de las regiones más pobres de Europa como es Andalucía, el SAT lleva años luchando por trabajo y por terminar con la gran brecha social que se vive en la región.
Los compañeros del SAT continúan la lucha por la libertad de Bódalo, "no nos vamos sin Andrés" es su lema. Una lucha sin descanso contra la represión y por la libertad de todos los que defienden las libertades y derechos de los trabajadores. |