Valdés es abogado recibido en la Universidad de Buenos Aires y tiene maestrías en Relaciones Internacionales de la Universidad de Murcia y Georgetown.
Su currículum político lo muestra como un hombre del aparato peronista porteño. Desde esa posición política ocupó cargos durante el gobierno de Carlos Grosso en la Ciudad de Buenos Aires, fue nada más y nada menos que Secretario General del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires entre 1989 y 1990, cuando Grosso ejercía la función de intendente porteño. Grosso debió renunciar en 1992 acosado por las denuncias de corrupción en su contra. Muchos recuerdan que, durante su gestión, al aparato del PJ de la Ciudad se lo conocía como "el sistema", un entramado de relaciones y beneficios de la corrupción grossista. Valdés fue imputado en su momento, junto al ex intendente porteño y otros funcionarios, por la licitación irregular del complejo Golf-Velódromo de Palermo, acusación que se extendió al caso de la llamada "Escuela Shopping" y el del Campo Hípico Municipal.
Más tarde, Valdés fue consejero vecinal de la Ciudad de Buenos Aires en 1991; convencional constituyente por el justicialismo que votó la reelección de Carlos Menem en 1994; y director y fundador de la Escuela Nacional de Gobierno del Instituto Nacional de la Administración Pública entre 1995 y 1998. Del 2000 al 2003 fue diputado de la Ciudad y presidente del bloque del Frente Justicialista. El último cargo público de Valdés fue Jefe de Gabinete de la Cancillería entre 2003 y 2004 durante el ministerio de Rafael Bielsa. De allí se retiró por su papel durante la crisis con Cuba por el caso de la médica disidente Hilda Molina.
Mediáticamente Eduardo Valdés fue integrante del staff Café Las Palabras junto a Rafael Bielsa y Artemio López, y se lo suele ver deambulando por programas de política en distintos canales de TV, como acérrimo defensor del kirchnerismo y el Papa.
El Vaticano otorgó el plácet de estilo reconociendo al nuevo embajador. Valdés se habría entrevistado hace poco tiempo junto a Diego Maradona y con el Papa Francisco I. El nuevo embajador, ante el Vaticano, tiene una estrecha relación de vieja data con Jorge Bergoglio, y ese fue el punto decisivo para su designación en Roma. Valdés fue el mediador entre el gobierno y Francisco. Toda una muestra de que el idilio creciente entre el kirchnerismo y el Sumo Pontífice, marcha viento en popa. |