Los hechos son tristemente célebres en Córdoba. “Guere” Pellico y su primo Maximiliano fueron a comprar una gaseosa y un vino. Cuando volvían, un patrullero los comienza a perseguir y a dispararles, acabando con la vida de “Guere”, e hiriendo en la pierna a Maximiliano, quién increíblemente todavía continúa imputado por resistencia a la autoridad.
Al comienzo la Policía hizo todo lo posible para despegarse del hecho alegando incluso que se había tratado de un enfrentamiento armado, algo que jamás se pudo probar.
Los mismos vecinos del barrio contaron cómo Leiva, el jefe del patrullero, conocido por su amedrentamiento a los jóvenes de ese barrio, fue a buscar un arma a un taller dejando en claro que quería “plantarla” porque “había bajado a un pendejo”.
La respuesta no se hizo esperar, al día siguiente eran cientos de vecinos y jóvenes protestando en el barrio pidiendo que se haga justicia y que estos dos policías estuvieran presos. Teníamos un nuevo caso de Gatillo fácil en Córdoba.
Lo que si se hizo esperar fue la Justicia. Tres meses tuvieron que esperar los familiares siendo que no existía ninguna duda de cómo habían sido los hechos, siendo que los periodistas que cubrieron los hechos como Dante Leguizamón fueron amenazados, siendo que incluso el mismo Fiscal recibió amenazas. Tres meses hasta convencerse la justicia, muy a su pesar, de que no había forma de dilatar lo que había pasado.
La hipocresía Judicial y de los grandes medios
Ahora bien, el caso de “Guere” es de los últimos ocurridos en la Provincia y tomó mucha repercusión luego de la gran movilización en el Barrio Los Cortaderos, “destapando” en los medios algo que buscaban ocultar: la realidad en la que viven los Jóvenes de Córdoba, hostigados por el Código de Faltas, y la realidad de una Policía tanto provincial como a nivel nacional que persigue y asesina a los jóvenes de las barriadas populares. Policía cordobesa, en el año, tiene un promedio de un muerto por mes en estas circunstancias.
A pesar de todo esto, se resisten a hablar de gatillo fácil, y prefieren disfrazar la realidad de “excesos policiales”, comotituló en su portal de noticias La Voz del Interior ayer miércoles.
Sin embargo, hay casos anteriores a los que la Justicia no ha dado respuesta aún e incluso continúa dilatando las investigaciones, demorando las pericias y desoyendo los reclamos de los familiares que están en esta pelea.
Los medios de Córdoba destacan esta actitud y las palabras de un Fiscal que pone “a la vida” como un derecho fundamental, pero ninguno se acuerda de Lautaro Torres, Exequiel Barraza, Cristian Guevara, Miguel Ángel Torres, Emanuel Panetta entre tantos otros.
No recuerdan los nombres de aquellos jóvenes que, al igual que “Guere”, fueron asesinados por la Policía y cuyas madres se organizan en la Coordinadora de Familiares de Víctimas de Gatillo Fácil - “Madres de las Gorras”- para evitar que esto siga pasando.
La “justicia” de Córdoba y los grandes medios tratan de amortiguarle al gobierno de José Manuel de la Sota la crisis que tiene con la Policía. Pero la podredumbre de las mafias policiales es tal que termina aflorando: ya lo hemos visto con el caso del narco-escándalo que está próximo a elevarse a juicio y lo vemos en este caso también. |