Foto: goldenstateofmind.com
La ausencia de Draymond Green por una suspensión, la magnífica actuación de Irving y James, la lesión de Andrew Bogut, fueron algunos de los factores que influyeron en que, en la noche de ayer, los Cavs consiguieron aumentar sus chances en la contienda por el anillo y llevar una posible definición a su propia casa.
La primera mitad del partido fue pareja para ambos conjuntos, que se mantenían tanto a tanto, apostando fundamentalmente a un juego altamente físico y la utilización del recurso de siempre: el tiro de tres. En este sentido, un detalle que permitió a Golden State permanecer en superioridad de puntos fue la rápida liberación de marcas de Klay Thompson, combinando buenas pantallas con errores defensivos de Cleveland. LeBron James, tomado fundamentalmente por Iguodala y Ezeli, supo aprovechar la ventaja física sobre el dueño de casa, bien obteniendo faltas al intentar penetraciones audaces a la pintura o bien distribuyendo el balón hasta dejarlo en manos de un Kyrie Irving encendido tras la línea. Con un gran trabajo por parte de ambos protagonistas y un arbitraje cuestionable, que dejó pasar caminatas y faltas obvias tanto para local como para visita, se iban al descanso igualados en 61.
Sobre el comienzo del tercer cuarto se dio una situación que complicaría aún más el panorama defensivo de los Warriors: en un intento de bloquear el disparo de J.R. Smith debajo del canasto, Andrew Bogut sufrió una suerte de superextensión de su rodilla izquierda que lo dejó fuera del partido (y seguramente del resto de la serie). Luego de esta situación, el Coach Steve Kerr optó por intentar complicar a los Cavs con un equipo de pequeño físico, apostando a la velocidad de sus tiradores y la toma de marcas de un Curry con baja tasa de disparos pero una buena distribución entre sus compañeros. El planteo táctico parecía más prometedor en la pizarra que luego sobre el terreno de juego donde el cansancio acumulado por jugadores con una permanencia casi constante como Thompson e Iguodala (que condujo a una notable pérdida de efectividad en el tiro) y la velocidad de reacción de Cleveland a la hora de bajar rebotes y meter tapones condujeron a una ventaja de 9 tantos favorable a los de Lue sobre el final del tercer episodio.
El ultimo capitulo del encuentro transcurrió bajo el signo Cavalier. El desorden se había apoderado de los dueños de casa quienes intentaron por medio de rápidos (pero poco precisos) contragolpes y apresurados tiros de 3 reducir la distancia en el marcador, permaneciendo de esta manera hasta 3 minutos sin anotar un tanto. Esta falta de prolijidad fue capitalizada por un Cleveland sereno, bien parado en su mitad del campo y en superioridad física. El trabajo histórico de Irving y James –es la primera vez en la historia de la NBA en que dos jugadores del mismo equipo superan los 40 puntos- llevó al resultado final de 112-97 en favor de la visita y a la concreción en la casi inexpugnable Oracle Arena de una hazaña nunca vista: de las 33 ocasiones en que un equipo estaba 3-1 por debajo en la serie, 32 le otorgaron el anillo al equipo dominante.
Las actuaciones más destacadas del encuentro fueron de LeBron James (41 puntos, 7 asistencias, 16 rebotes) y Kyrie Irving (41 puntos, 6 asistencias, 3 rebotes), aunque también fue una buena noche para Klay Thompson (37 puntos, 1 asistencia, 3 rebotes).
El próximo partido, donde los Warriors se juegan nuevamente el segundo título consecutivo en la liga, será el día jueves 16 en la Quicken Loans Arena de Cleveland. |