La cooperativa de trabajo El Palmar, una fábrica de ladrillos ubicada en el kilómetro 27,200 de la Ruta N° 3, en Laferrere, fue recuperada por sus trabajadores en plena crisis de 2001. Hoy atraviesa un momento complejo debido a los aumentos tarifarios que amenazan su estabilidad.
“Estábamos pagando 45 mil pesos bimestrales de luz, pero este bimestre las boletas alcanzaron los 400 mil pesos. Esto hace que sea complicado sostener cualquier fábrica, cualquier tipo de producción”, expresó uno de los trabajadores.
La cooperativa se encarga de la elaboración de ladrillos, por lo que, tanto la luz como el gas son servicios esenciales de la cadena de producción. “La máquina que los hace funciona con electricidad y los hornos para los secaderos funcionan con gas. El gasto de los dos insumos es casi el mismo, así que suponemos que va a venir el mismo monto”, aseguró el trabajador con respecto a la factura de gas que, aun, no llegó con el ajuste.
“Además, la demanda disminuyó, se va a hacer complicado pagar las boletas”, lamentó el trabajador.
La situación general de las fábricas y cooperativas, muchas de ellas nacidas tras la crisis de 2001, como es el caso de la ex Zanon, hoy Fasinpat, en Neuquén, puesta a producir por sus trabajadores, recibió un aumento del 500% con una factura de gas de 8 millones de pesos, principal insumo que utilizan para producir. En la luz la factura fue de 800 mil pesos.
En Madygraf, la ex Donnelley, industria gráfica ubicada en la zona norte del Gran Buenos Aires, se recibió un aumento de 600% en la luz, superando los 300 mil pesos. Es compleja la situación ya que los servicios públicos, como el gas o la luz, los cuales representan un gran porcentaje de sus gastos, tuvieron un aumento que las desestabilizó. A esta situación hay que agregarle la caída en la demanda porque, paralelamente, se ha ralentizado la actividad económica.
En 6 meses de gobierno, el macrismo ante las subas en los insumos dadas en los últimos meses, muchas fábricas podrían verse obligadas a cerrar sus puertas, ya que no pueden mantener su producción. Según confirmó Liliana López, del Movimiento de Fábricas Recuperadas, los incrementos fueron realizados de una forma desmedida y de una sola vez. |