Durante las últimas horas, se habrían pagado 500 millones de pesos como forma de reducir la deuda que el Instituto mantiene con las entidades farmacéuticas, a fin de levantar la suspensión del servicio y evitar que la obra social continúe en el ojo de la tormenta.
A pesar de la extraordinaria suma, sería una medida paliativa para un conflicto que se alarga en el tiempo, sin miras de resolución efectiva.
Con un presupuesto de 82 millones de pesos, millonarios negocios entre las empresas de salud, la obra social de los jubilados continúa sin responsabilizarse por el corte de pagos que perjudica a miles de jubilados, cuya atención se ve cada vez más desprotegida. |