Las Smart Cities o Ciudades Inteligentes consisten en plataformas de desarrollo urbano con un sistema nervioso que integraría a través de una red todos los recursos de una ciudad con miras a la sostenibilidad y una supuesta mejora en la administración de los mismos conectados con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Esta red seguiría el modelo de la Internet de las Cosas (IOT) que facilitará la múltiple conexión de recursos a aparatos inteligentes.
En este camino Google presentó Sidewalk Lab, la empresa con la que pretende dejar su marca personal en lo que respecta a estas ciudades del futuro: drones, vehículos autónomos, y mayor interactividad de Google Maps.
Tanto en España como en Argentina se encuentra desarrollando su estrategia de desarrollo digital para Smart Cities, Telefónica. Debido al impacto de lo que estos gigantes llaman la “revolución digital” consideran que ha nacido un nuevo concepto de ciudadanía con participación más activa y con interés en comunicar de manera más directa cuáles son sus necesidades, si bien el poder de las plataformas y aplicaciones digitales serán desarrollados por los gobernantes y dichas empresas.
Microsoft también tiene su propia iniciativa a través de City Next proyecto en el que trabaja en un entorno colaborativo con líderes de todas las ciudades en especial asiáticos con miras a desarrollar programas educativos, de cuidado de la salud, transporte y otros servicios.
Por su parte la firma japonesa Panasonic se encuentra invirtiendo en Smart Cities a lo largo de todo el Planeta, su máximo emblema es la ciudad inteligente de Fujisawa inaugurada en 2014 cuyo objetivo es reducir un 70% la contaminación por monóxido de carbono gracias a un sistema que integra creación, gestión y almacenamiento de energía, y proyecto que cuenta con un sistema de seguridad energética.
“Las ciudades más inteligentes impulsan el crecimiento económico sustentable y la prosperidad para sus ciudadanos. Sus dirigentes tienen las herramientas para analizar los datos y tomar mejores decisiones, anticiparse a los problemas para resolverlos de manera proactiva y coordinar los recursos para funcionar eficazmente”, asegura IBM España desde su portal web. Es decir que todo el poder de esta nueva sociedad de la información queda en manos de los dirigentes quiénes tendrían mayores datos para aumentar el control sobre la población.
Un ícono de las nuevas Smart Cities es el edificio inteligente de la empresa Deloitte que a través de una aplicación administra la forma de trabajo y el lugar en el que se desempeñan los empleados, además de ser calificado como el edificio más verde del mundo. El edificio cuenta además con sensores de luz, movimiento, energía y humedad. Sin embargo es un edificio cuya aplicación funciona a favor de la patronal entendiendo al empleado como un recurso más a administrar: asignándole su espacio de trabajo, sus actividades y demás mecanismos de explotación a favor de la empresa para que la misma aumente su rentabilidad.
