Mauricio Macri presenció en Rosario el juramento de lealtad de más de 5 mil niños de primaria, a los cuales les hizo entonar el canto "sí, se puede", característico de la campaña de Cambiemos en 2015.
El Gobierno que acusaba al Frente para la Victoria de usar fechas patrias para convertirlos en actos partidarios e inclusive sacó una línea 0-800 para que padres de la ciudad de Buenos Aires denunciaran cualquier tipo de adoctrinamiento en las escuelas porteñas, en el acto por el Día de la Bandera, no predicó con el ejemplo y realizó casi un discurso de campaña frente a los niños a quienes terminó incluyendo en su discurso.
Macri ocultó tras la inocencia infantil su necesidad de un acto restringido y breve para que no se expresara el profundo descontento que producen las políticas de ajuste, inflación y los tarifazos.
Fue así que un fuerte operativo de seguridad y una fuerte militarización bloqueó toda la zona lindante para que ningún invitado “no deseado” pudiera ingresar. Este operativo terminó en una represión por parte de la Gendarmería a una marcha opositora.
El kirchnerismo, representado por Omar Perotti, aplaudía de un lado de las vallas mientras del otro lado reprimían la movilización encabezada por La Cámpora y el Movimiento Evita, junto con Ciudad Futura y el diputado provincial Carlos Del Frade. Fue así consecuente con la actividad del bloque del FpV en el Senado que viene garantizando el ajuste macrista.
No tan distintos con el FpV, el “acting” del 20 de junio, no solo mostró el adoctrinamiento macrista tan criticado al gobierno anterior, sino una complicidad que los une en vallar las voces críticas.
