La XXXVIII marcha del orgullo de la diversidad sexogenérica se da en un contexto de represión al magisterio que resiste las reformas estructurales de Peña Nieto y del Pacto por México compuesto por los partidos del régimen y de un descontento que se vio en las urnas con un importante “voto castigo” al PRI, que capitalizaron el PAN y el Morena.
También esta marcada con las masacres colectivas de Xalapa, Veracruz y Orlando, Florida que despertó una gran indignación al interior de movimiento de la diversidad sexogenérica, recordando que los crímenes de odio, junto con la discriminación en las escuelas y centros de trabajo, el rechazo familiar y el acoso en las calles son un lastre que pesan sobre nuestras espaldas y nuestros cuerpos y nos impiden poder ejercer libremente nuestra sexualidad y vivir en armonía con nosotrxs mismos y el resto de la sociedad.
Desde la diversidad del Movimiento de Trabajadores Socialistas creemos que es muy importante que salgamos a movilizarnos con todo el coraje que sentimos ante la homofobia y los crímenes de odio expresados en el último periodo Retomando el espíritu combativo y emancipatorio de Stonewall y de todos aquellos y aquellas que en el pasado han luchado por estas demandas justas y nuestras reivindicaciones.
Hay que salir a denunciar que México ocupa el 2° lugar a nivel mundial en asesinatos por homofobia, que siguen habiendo despidos por motivos de orientación sexual y que las mujeres transexuales viven en promedio mucho menos que la mayoría de la población, debido al grado de rechazo y violencia en el que viven día a día.
No debemos bajar la guardia frente a los sectores conservadores y la Iglesia que todo el tiempo hacen ideología ante el grueso de la población para denostar nuestra forma de vida y manera de amar, señalándola como no válida y “antinatural” pues muchas veces no está encaminada a la procreación, justamente al ser muchas de ellas relaciones centradas en el placer y la libertad, cuestionando así a este sistema que ve nuestros cuerpos como producción de mano de obra, a este sistema que encadena nuestros cuerpos y nuestra sexualidad.
Movilicémonos contra los roles establecidos, la represión a la sexualidad, la censura, los prejuicios, los discursos reaccionarios e intolerantes y contra todos aquellos que nos ven como “anormales”. Es por eso que invitamos a movilizarnos combativamente, el próximo 25 de junio, y salir del armario para tomar las calles y denunciar la complicidad de la Iglesia y el Estado y contra todas aquellas situaciones y manifestaciones encaminadas a seguir perpetuando la opresión machista, homófoba y misógina. Pero no solo para luchar por nuestros derechos, sino también levantar las banderas del magisterio en lucha que defienden la educación laica y gratuita y sus derechos laborales. |