La gobernadora de la Provincia de Buenos Aires viene apuntando a eliminar el tope al Fondo del Conurbano. Hace pocos días, conmemorando el Día de la bandera, se pudo ver a la gobernadora con el Ariel Sjarchuk de Escobar. Este encuentro, como otros, tiene el objetivo de presionar en ese camino. Los intendentes peronistas hacen explícito su apoyo a Vidal para lograr que les llegue parte de esos millones que ingresarían a la provincia. También hubo pronunciamientos a favor de legisladores provinciales y figuras del FpV, del Frente Renovador y del GEN. Por estos días comenzaron a llover los pedidos de ayuda para pagar los aguinaldos en los municipios, tema que seguirá de cerca el Ministro de Economía Hernán Lazcuna. Una carta más con que cuenta Mariu para conseguir el respaldo para sus gestiones.
La parte que es clave para que pueda avanzar su tratamiento son los gobernadores, quienes no querrán ver menguar sus cajas a partir de una mayor partida para Buenos Aires. De cualquier manera, Macri necesita tanto consolidarse allí como mantener tranquila a la provincia más populosa y donde el malestar social creciente comienza a convertirse en una preocupación para el gobierno nacional.
En caso de que logre llegar a un acuerdo con las provincias, podrá ir al Congreso para tratar la modificación de la Ley. Según el portal Letra P, Macri habría llegado a un acuerdo con Vidal según el cual, más allá de dicha modificación, garantizaría aumentar considerablemente el presupuesto de parte del Estado Nacional para la Provincia. Lo que no estaría muy claro es de donde saldría el dinero.
El Fondo del Conurbano en cuestión, se creó a partir de un acuerdo entre el ex Presidente Menem, con Domingo Cavallo que administraba el Tesoro Nacional y Eduardo Duhalde quien era el vicepresidente y pasaría a ser gobernador bonaerense. Fue creado para recuperar una parte de la coparticipación que la Provincia había resignado años antes. Sin embargo, la disputa entre Menem y Duhalde llevó a que a dicho fondo se le aplicara un tope de 650 $ millones.
El gobierno kirchnerista prefirió mantener al gobernador de la provincia con la menor autonomía posible, por lo que se mantuvo este tope y mientras que la recaudación del Impuesto a las Ganancias aumentó 58 veces (de 8.333 millones en 1997, a 482.000 millones estimados por el Presupuesto nacional 2016) los 650 millones quedaron fijos.
La falta de recursos para la provincia es evidente, hay carencias estructurales en todos los aspectos (transporte, salud, educación, trabajo) y a lo largo de todo su extenso territorio.
Sin embargo lo que no viene siendo parte de la discusión es el destino de estos fondos. Para darse una idea de hacia donde se destinan los recursos en la provincia, cuando Vidal tenía que cumplir la ley según la cual debía garantizar el boleto educativo gratuito planteó que era inviable “desde el punto de vista fiscal” porque “la provincia está quebrada” mientras destinaba $ 1.600.000 al equipamiento de la policía bonaerense. Para los estudiantes también ofreció un menú a base de arroz y fideos que excluía carne, leche y frutas.
El latiguillo de que la provincia está quebrada, oculta el problema de fondo, de donde provienen los recursos que emplea y lo regresivo del sistema tributario. Esto quedó en evidencia cuando se votó el presupuesto del 2016 que se logró aprobar con el aval del FpV. En el mismo no se plantearon impuestos a las grandes fortunas ni a los grandes propietarios del campo y la ciudad, ni tampoco se afectó el juego o la renta financiera. Como si eso fuera poco se recurrió a un endeudamiento récord, "hipotecando el futuro de los habitantes de la provincia". |