En el marco del mes en el que se celebra a nivel mundial el orgullo de la diversidad sexual y de género, dos hechos han sobresalido por lo aberrante y que expresa lo descompuesto de esta sociedad con importantes rasgos de homofobia. Son los tiroteos con saldos desastrosos en bares gays en Xalapa, Veracruz, el pasado 23 de mayo y el otro más reciente en Orlando, Florida, el pasado 12 de junio.
En ambos casos el móvil fue muy parecido. En el primer caso un grupo de hombres armados irrumpe en el club nocturno “madame” y abren fuego matando a al menos 15 personas, además gobierno, autoridades y medios oficiales ocultan información minimizando las cifras este hecho atroz se suma a la de por si violencia que se vive de manera sistemática en el estado de Veracruz contra activistas, luchadores sociales, mujeres y periodistas.
De igual forma en Orlando Florida el individuo identificado como Omar Mateen irrumpe en el bar “Pulse” y abre fuego contra los asistentes matando a 50 e hiriendo de muerte a 53, causando una vez que se difunde la noticia mucha indignación en varios países. Lo que fue expresado en distintos medios.
Abriendo además todo un debate por la profunda homofobia, racismo y xenofobia que se vive en Estados Unidos, pues de entre los asesinados en el bar varios que, además de gays y/o transexuales, eran latinos y en un primer momento el gobierno estadounidense se centró en catalogarlo como un acto terrorista minimizando el contenido profundamente homofóbico de la agresión.
Frente a estos hechos y como antecedente además también en México tenemos la oposición reaccionaria de la Iglesia y partidos y grupos ultraconservadores del gobierno que rechazan la posibilidad de extender la aprobación del matrimonio igualitario en todo el país, producto de una propuesta que para lavar un poco su desprestigiada imagen, el Ejecutivo Federal lanzó el mes pasado y que abrió la discusión dentro de los gobiernos estatales. Además del marco electoral en el que se dio para generar simpatía dentro de la comunidad sexo-diversa.
Organicémonos por nuestros derechos
Pero sabemos que muchos de esos derechos que se están conquistando y los que quedan por conquistar los conseguiremos organizándonos y luchando en las calles y los centros de trabajo, justamente como hace 47 años con los sucesos emancipatorios de Stonewall, en Nueva York, y que con los sucesos de Orlando nos deja en claro que esa lucha iniciada hace 47 años y desde mucho antes, sigue hoy más vigente que nunca.
Es por eso que consideramos de suma importancia retomar y llevar a la práctica esas lecciones que dejó esa lucha y que comenzó a cuestionar las bases económico-materiales sobre las que descansan la opresión sexual, laboral, de género, racial y demás ya que en las décadas siguientes se vio el desarrollo de una articulación y organización de la comunidad sexo-diversa por sus derechos, su emancipación y el libre ejercicio de la sexualidad.
Consideramos que hay que seguir manteniendo vivo el espíritu emancipatorio de Stonewall porque es así que podremos luchar empezar a transformar esta sociedad de raíz y no solo para conseguir un pequeño lugar dentro de ella. Esta lucha debe de tomar lo mejor del movimiento de la diversidad que empezó en Stonewall y del movimiento mexicano de finales de los 70’s y principios de los 80’s que no solo luchó por sus derechos, sino que salió a luchar a lado de los trabajadores como en el mayo francés y en contra de las dictaduras en América Latina.
Te invitamos a conocer nuestras propuestas y a organizarte con nosotros desde una perspectiva combativa, clasista e independiente.
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