Hoy estaba en el 60, sobre la panamericana, llegando al laburo. Una vez más, estaba llegando tarde. Por haber salido justo, pero también porque tengo que viajar en dos colectivos durante una hora y media, y el tránsito no ayuda.
En eso, el bondi pasa por Edison y veo, apostadas sobre la autopista, unas 30 (si, TREINTA) camionetas de la Gendarmería. Llegamos a fondo de la legua, la siguiente parada, y veo en una esquina a un grupo de trabajadoras despedidas protestando en la puerta de la fábrica Hutchinson.
Casi rodeando la protesta había unos doscientos gendarmes. De mínima, el triple que los manifestantes. Entre camionetas y soldaditos cortaban un carril de la autopista y uno de la colectora.
¿Hacia falta semejante despliegue? ¿Realmente lo que buscan es "garantizar la libre circulación"? ¿Por qué la entorpecen entonces? ¿Cómo se explica semejante operativo para que no salga a la luz un conflicto obrero?
Me quedé pensando eso, y cómo en el 2014 hacían exactamente lo mismo para reprimir a los despedidos de Kromberg, de Gestamp, de Lear o de Donelley. Cómo con mis compañeros y compañeras nos subíamos a la panamericana junto a los trabajadores para aportar a que sus luchas triunfaran. También, cómo nos gasearon, nos tiraron con balas de goma, con hidrantes y cómo nos cagaron a palos.
En ese momento, el encargado de hacer “el trabajo sucio” era el facho de Berni, que hasta se apersonaba en helicóptero para tener una vista “VIP” de la represión. Bajo su mando, durante el gobierno de Kirchner, y más precisamente en el conflicto de Lear, fue que nos tiraron al gendarme carancho. También en ese conflicto, se infiltraron en nuestra protesta con el Coronel Galeano. También, se llevaron detenida a Victoria Moyano Artigas, nieta recuperada por las Abuelas de Plaza de Mayo.
Hoy es Patricia Bullrich la encargada de comandar a las fuerzas represivas. Ya vimos su accionar durante el conflicto de Cresta Roja, en la Ricchieri. Nada muy distinto a lo que venía pasando.
Los gobiernos cambian, pero el poder lo tienen los mismos. Y las fuerzas de seguridad juegan siempre el mismo rol: controlar, espiar y reprimir a los trabajadores que salen a luchar.
Siento odio de clase. |