A fines de la semana pasada se conocía a través de algunos medios locales, muy ligados a la actual administración provincial, la imputación del ex-gobernador Eduardo Fellner, quien fuera presidente del Partido Justicialista a nivel nacional y provincial hasta las recientes elecciones de autoridades. También otros funcionarios de su gobierno serían imputados según dejaron trascender los medios.
El fiscal Gustavo Araya imputó al ex gobernador por los supuestos delitos de “abuso de autoridad en concurso ideal con falsedad ideológica, concursados realmente con coautoría de Fraude a la Administración Pública”. La coautoría estaría vinculada a otro imputado, Luis Cosentini, ex titular del MInisterio de Tierra y Viviendas de la Provincia y ex titular del IVUJ.
Todos delitos supuestamente vinculados a irregularidades en el accionar de la Unidad Ejecutora Provincial (U.E.P.) desde donde se destinaban recursos nacionales a la construcción de viviendas sociales y se debía certificar y controlar las obras ejecutadas por la Red de Organizaciones Sociales, liderada por Milagro Sala que continúa detenida desde enero.
Además del ex mandatario, están imputados el ex Coordinador de Planes Nacionales y Viviendas Sociales de la Unidad Ejecutora Provincial, Héctor Gustavo Carrizo y José Luis Mercado ex contador de la U.E.P. por ser autores partícipes necesarios de fraude a la administración pública; y Milagro Sala por ser autora de fraude a la administración pública, entre otras causas que fueron armando tras que cayera la causa por el acampe frente a la Casa de Gobierno.
Recordamos que el fiscal Gustavo Araya es quien requirió elevar a juicio oral y público a la diputada del Parlasur Milagro Sala por dos hechos de amenazas y forma parte del “equipo” de fiscales que armó el radicalismo jujeño para encarar su cruzada sobre los opositores y sectores combativos del movimiento obrero, instaurando un régimen policíaco y persecutor en la provincia como denuncia el PTS-Frente de Izquierda junto a organismos y referentes de DDHH en todo el país.
Tras recibir la notificación de su imputación, el ex gobernador Fellner se presentó la mañana del viernes en la fiscalía, acompañado de su abogado, Lucas D’Andrea Cornejo. El intento por conocer la acusación real se vió impedido ya que no fueron atendidos por el funcionario judicial que adujo estar en reunión con el fiscal general Sergio Lello.
Diputados del PJ salieron en defensa de su líder
Tras conocerse la noticia de la imputación al ex gobernador, los legisladores provinciales de su bloque se reunieron de urgencia para emitir un pronunciamiento público sobre el tema. Lo hicieron en el salón de bloque donde se realizó una suerte de conferencia de prensa. Estuvieron casi todos los parlamentarios con excepción de algunas notorias ausencias como la de Rubén Rivarola, ex integrante de la mesa chica del PJ en la administración Fellner.
Los que tuvieron la voz de defensa del ex gobernador fueron Alberto Matuk y Javier Hinojo ambos legisladores cuestionaron duramente el proceder el fiscal Gustavo Araya que dejó traslucir a través de distintos medios de comunicación locales, “una supuesta imputación”, “Carece de toda objetividad y responde a intereses políticos inconfesables”, apuntaron.
Hinojo señaló que “dicha imputación carece de objetivos concretos y responde a intereses políticos”. “Lo más grave es que no se quiere llegar al fondo de la cuestión, porque estos son hechos aislados y a nuestro juicio el accionar de este funcionario de la Justicia entorpece el debido proceso de la causa que se está llevando a cabo”, expresó.
El jefe del bloque peronista se mostró preocupado ante estos hechos objetando que “se enteran primero los medios antes que los imputados, haciendo que la todo los involucrados y su entorno queden en un cono de supuestos”.
“El fiscal Araya fue él mismo el que ordenó la imputación de Armando Berruezopor una compra venta del año 1985, y es el mismo que imputaría a Eduardo Fellner por dictar en el 2007 un decreto. Pero todo esto escapa a la racionalidad jurídica”, completó.
Se dobla pero no se rompe
Lo que “sorprende” al dirigente del PJ local, en realidad, viene siendo un modus operandi del gobernador Gerardo Morales en su judicialización de la protesta y persecución a la oposición política. Todos estos atropellos del gobierno radical-massista de Morales y Haquim con su Justicia a medida es algo que el PJ jujeño ha dejado correr, no presentó ninguna medida consecuente, en el caso de Sala quien fuera su socia electoral, dejaron pasar la detención a la espera de que la embestida de Morales se detuviera ahí.
Pero incluso, cuando el vicegobernador Haquim se hizo de la conducción del PJ local, desplazando al mismo Fellner, se limitaron a llevar a la Justicia el caso, sin más.
La realidad es que el PJ apostó, luego de la dura derrota que lo llevó a perder la provincia que gobernó desde 1983, a ubicarse como una “oposición responsable”, aprobando proyectos del radicalismo en la Legislatura, así como los diputados y senadores nacionales, alineados con el bloque del PJ-Bossio, votaron el pago a los buitres junto a Cambiemos.
Incluso a través de sus diputados, como es el caso de Luis Cabana (titular también de UPCN, gremio que a nivel nacional se pasó al bando de Cambiemos) se vienen mostrando como interlocutor entre los trabajadores y el mismo Gobernador que hizo aprobar su proyecto de Ley para despedir a 800 obreros en el Ingenio La Esperanza o dejó sin contrato a 700 trabajadores de la educación afiliados a ATE.
La imputación a quien gobernó la provincia desde 1998 en adelante, en sociedad con el radicalismo conducido por Gerardo Morales, puede abrir un foco de tensión entre el PJ de Fellner que venía dejando pasar todos los ataques al pueblo trabajador. Y jugando a cubrir el flanco izquierdo a Morales, con su política de llevar el reclamo de los obreros de La Esperanza a la Justicia, evitando que los trabajadores defiendan sus puestos de trabajo con sus métodos de lucha.
Resta saber si la Justicia solo va a tensar la cuerda, y si el mismo Morales, va a estar dispuesto a cortarla; o más bien, será un apriete duro como pasó con la ex mano derecha de Fellner, Eduardo Berruezo, para golpear al PJ-FPV en su peor momento luego del estallido del confeso López de sus actos de corrupción frente al monasterio.
Gerardo Morales sabe “que se dobla pero no se rompe”, y es consciente que si va hasta el final pueden caer él y sus funcionarios; no olvidemos que se trata de un régimen bipartidista de la oligarquía política jujeña que gobierna al servicio de las grandes patronales azucareras, mineras y tabacaleras. |