“Si se van a ir, que se vayan”, podría ser el lema de la cumbre que se realiza este martes y miércoles para analizar los pasos a seguir después de la gran conmoción que significó el triunfo del brexit en Reino Unido.
Los mandatarios de la UE quieren que el Reino Unido inicie lo antes posible el proceso de separación, que comenzará una vez que ese país invoque el artículo 50 del Tratado de Lisboa. Acelerando los tiempos, pretenden que sea “lo menos doloroso posible”.
Por otra parte, ya empiezan a planificar la vida de la UE sin Reino Unido. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, convocará una cumbre de la UE sin el Reino Unido en septiembre, para hablar de las perspectivas de la Unión europeo tras la salida de los británicos.
En estos días se intenta controlar los daños en la estructura de la UE: el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, ha prohibido a los comisarios y directores generales mantener conversaciones -informales o secretas- sobre el "brexit" con los británicos, hasta que no haya una notificación oficial por parte de Londres.
"Sin notificación, no hay negociación", dijo Juncker en un pleno extraordinario del Parlamento Europeo, en el que los eurodiputados presionaron al Reino Unido que inicie el proceso y pidieron trazar "una hoja de ruta" para reformar la UE, incluyendo " una revisión de los tratados".
Cameron por su parte recalcó que "aunque dejemos la Unión Europea, no debemos dar la espalda a Europa" y aseguró que pretende que el proceso de separación sea "lo más constructivo posible".
Además de abordar el "brexit", los líderes comunitarios también prevén tratar la crisis migratoria, la expansión del mercado único, la política de defensa y la cooperación con la OTAN, para lo que han invitado al secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg. Todos temas candentes que están sacudiendo la política europea en los últimos meses. |