“Esto es como los desaparecidos. Nadie los conoce, pero que desaparecieron desaparecieron", dijo en tono chistoso. Hablaba del famoso “15” que según él se agregaba delante del precio de las obras y en un reportaje radia, derrapó con una comparación de un mal gusto sin igual. Ante todo por venir de un hombre que pertenece al sector social que promovió, sostuvo y celebró el golpe de estado genocida del 76; y luego porque habría que recordarle que a los desaparecidos sí los conocemos, tienen nombre, apellido, historia, hijos, hermanos, padres que todavía exigimos justicia. Y exigimos también que los empresarios golpistas vayan presos, igual que los militares.
Golpistas
Bien debe saber él “que desaparecieron, desaparecieron”; la historia de la UIA muestra que fueron entusiastas aduladores de golpistas: en 1976 celebraron el Día de la Industria, con su tradicional comida de camaradería, el principal orador fue el entonces ministro de Economía, José Alfredo Martínez de Hoz; y un año más tarde, el propio Jorge Rafael Videla encabezó la ceremonia, junto a los dirigentes industriales Juan Fábregas y Rodolfo Canale.
Para seguir la tradición, en 1978, Videla fue el principal orador del encuentro, al que fue con Martínez de Hoz, seguido por el titular de la UIA en ese entonces, Eduardo Oxenford.
En 1981, fue Roberto Viola el que asistió al agasajo, con su ministro de Industria, Livio Kühl, y fue recibido por el entonces presidente de la Unión Industrial, Jacques Hirsch, quien al año siguiente sería el anfitrión de Reynaldo Bignone.
Bancando la impunidad
Fue la misma UIA que rechazó el año pasado conformación de la Comisión Bicameral para investigar la complicidad de los grupos económicos durante la última dictadura cívico militar, que se aprobó en el Congreso. Su argumento de autopreservación fue que estos delitos debían ser investigados sólo por el Poder Judicial. Allí se sienten seguros: jueces que perviven desde la la dictadura y aliados del empresariado a quien le han garantizado impunidad. Fue en ese debate que la diputada nacional del PTS en el FIT y referente del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos, Myriam Bregman, reclamó que la mencionada Comisión sea “independiente de aquellos que fueron cómplices de la dictadura militar, que aportaron intendentes, gobernadores y embajadores”, apuntando al rol que tuvo la UCR durante aquel período y a la relación del gobierno de María Estela Martínez de Perón con la Triple A.
Tampoco es la primera vez que comparaciones de este tipo salen de la boca de Héctor Méndez, el empresario del plástico que presidió la Unión Industrial Argentina (UIA) hasta septiembre del año pasado. Méndez, que, a pesar de haberla “levantado en pala” durante el kirchnerismo y haber declarado que “los industriales no tenemos derecho a ninguna queja en este sentido, en particular durante la gestión de Néstor Kirchner y el primer período de Cristina". Sin embargo, cuando vio peligrar un centímetro de las ganancias patronales, se despachó afirmando que "el Gobierno, su mayoría absoluta en el Congreso y su tropa de lealtad incuestionable" le recuerdan "a la dictadura y la famosa obediencia debida", en respuesta al plan del gobierno de Cristina Fernández de sancionar la Ley de abastecimiento, ley que no siquiera afectaba tibiamente a los empresarios y no constituyó el menor aliciente para la reactivación económica en 2014. Así y todo, Méndez habló de dictadura, tema por el que se ve que él y la entidad que presidió tienen cierta sensibilidad. |