Entre lunes y martes se conoció que el gobierno impulsa nuevas líneas de créditos hipotecarios.
Desde el Banco Nación se informó que la nueva línea es en pesos y tiene una tasa fija de 14% para los primeros tres años.
En los meses siguientes la cuota se incrementará en línea con los aumentos salariales, con el objetivo de darle un justo equilibrio a quienes accedan al crédito. El cálculo se hará a partir del Coeficiente de Variación Salarial (CVS), que se calcula cada agosto, luego de concluidas las paritarias.
El plazo de amortización se estableció con un límite de 20 años, el valor máximo de la propiedad será de $2.500.000 y el Banco podrá financiar hasta 80 % del valor.
Para mejorar las posibilidades de acceso al crédito se permitirá a los titulares o cotitulares (para el caso de matrimonios o convivientes) incluir a sus padres, hijos y hermanos como codeudores, pudiendo aumentar así el ingreso familiar.
El crédito podrá tener tres posibles destinos: adquisición de vivienda única y de ocupación permanente; cambio de vivienda única y de ocupación permanente y construcción de vivienda única sobre terreno propio.
Un crédito como el que ofrece el Banco Nación ni siquiera llega a resolver el problema en los sectores de clase media (mucho menos los de más bajos ingresos).
Por ejemplo, para acceder a un préstamo de U$S 60.000 (considerando una propiedad 2 ambientes de 40 metros a U$S 1500 el metro cuadrado; es decir, metros y precio mínimo para una familia tipo del área metropolitana) y tomando el Costo Financiero Total del 16 %, se necesitaría sumar aproximadamente ingresos por $ 40.000 para pagar cuotas de $ 12.000 y tener ahorrados el 20 % restante, es decir, U$S 12.000. Aunque se sumen codeudores, el acceso al crédito sigue siendo restrictivo.
Por otro lado, el titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS), Emilio Basavilbaso, informó que de la nueva versión del plan de créditos hipotecarios Procrear, que lanzarán en julio, participarán los bancos privados, y se permitirá la compra de inmuebles usados.
"Además del Banco Hipotecario, como hasta ahora, la idea es que participen también otros bancos. Con los bancos públicos o semipúblicos no alcanzan", indicó.
En declaraciones a radio Latina, Basavilbaso señaló que "la mayor parte de los créditos va a ser para comprar inmuebles existentes", y cuestionó que con la versión anterior "en muchas ciudades el precio de los terrenos se duplicó".
El funcionario sostuvo también que "se establecerá un sistema de puntaje tal que las familias que más lo necesitan, puedan acceder a la vivienda", ya que detectaron que hasta ahora "tuvieron acceso familias de ingresos medios altos".
Con ese objetivo, adelantó que la idea es que califiquen para el Procrear aquellas familias que perciban "entre dos o cuatro salarios mínimos", estos es entre 15 mil y 30 mil pesos mensuales.
"La idea es que abajo de los salarios mínimos ya participen en el Plan Federal de Viviendas, y más arriba de esos ingresos, sea a través de los bancos privados", puntualizó.
El funcionario agregó que buscarán "masificar" el plan, porque si bien están "contentos con los resultados de Procrear, muchas veces llegó a sectores medios altos, y tuvo un límite que eran los fondos que podían poner el Estado, por lo que desde marzo del año pasado no hay más créditos", señaló.
Finalmente, se sinceró señalando que si bien el Procrear "vino a dar una solución", advirtió que la Argentina tiene "el 25 por ciento de déficit habitacional", y que el año pasado "solo el 2 por ciento de las familias que compraron una vivienda, lo hicieron a través de un crédito".
Autoridades del Banco Nación señalaron que un primer objetivo es el otorgamiento de 25 mil créditos. El Procrear desde que se puso en funcionamiento en junio de 2012 y hasta noviembre de 2015 otorgó alrededor de 200 mil préstamos.
Meses atrás, el subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Nación, Ivan Kerr, estimó que el déficit habitacional ronda las 3,5 millones de viviendas.
Los anuncios parecen estar en línea con la necesidad de mejorar la actividad de la construcción que está en franca caída por la recesión económica y el parate de la obra pública. Difícilmente las nuevas líneas de crédito se aproximen a dar una solución definitiva a esa millones de familias que sufren la falta de vivienda. |