Los despidos se produjeron el pasado viernes, cuando la empresa comunicó a los dos compañeros -quienes sufren lesiones crónicas producto de sus tareas laborales y tienen prescripción médica de tareas livianas, que no había puestos donde pudieran realizar tareas y estaban despedidos. Según denunciaron los delegados la Comisión Interna, se trata de un argumento totalmente falso, ya que hay múltiples puestos donde se podría reubicar a los compañeros.
Al día de la fecha los trabajadores no fueron notificados por escrito de las causas de sus despidos, ni recibieron indemnización alguna. Claramente se trata de despidos discriminatorios, ilegales y persecutorios. La patronal busca sentar un peligrosos antecedente, despidiendo a quienes resienten su salud por las tareas realizadas en la fábrica. Como si se tratara de máquinas, la empresa usa y luego descarta a los trabajadores “rotos”, desgastados por los ritmos de trabajo y las condiciones inadecuadas de trabajo.
Como lo expresó abierta y cínicamente el jefe de planta, los trabajadores ya no le sirven, “porque no pueden hacer las tareas para la que fueron hechos”, como si se tratara de máquinas o robots, “fabricados” para realizar una única tarea, que luego de consumir su “vida útil” son descartados como chatarra. Estas prácticas no son nuevas en la empresa Barrier Solution, que se jacta de ser una de las principales proveedoras de packaging medicinal para los principales laboratorios del país como Bayer, Bernabó, Glaxo, Elea, Savant Pharm, Genomma, Pfizer, Sidus, etc.
En el pasado ya hubo varios conflictos en la planta ubicada en la localidad de Carupá, en el partido San Fernando, por prácticas y despidos discriminatorios y antisindicales, así como por accidentes laborales donde trabajadores sufrieron secuelas de salud irreversibles y fueron despedidos de manera discriminatoria. Hoy, al amparo del “espíritu de época” que intentan imponer las patronales bajo el gobierno macrista, vuelven a atacar a los trabajadores y a su organización gremial dentro del taller, buscando avanzar sobre las conquistas laborales conseguidas con la lucha y la organización.
Estos hechos se dan a su vez en el marco del ajuste que viene aplicando el gobierno de Macri y que en la industria se viene expresando en despidos en decenas de empresas de la zona norte, como Kromberg, Menoyo, Hutchinson o más recientemente la ex general Mills (adquirida por Bimbo), entre otras. Este ataque por ahora se encuentra dirigido centralmente al activismo y a los “rotos”, es decir a todos aquellos trabajadores que se encuentran de licencia por enfermedades profesionales o con tareas livianas, que para las patronales constituyen un “costo extra” que computan como pérdida.
La respuesta de los gráficos de Printpack ante estos despidos fue inmediata. Se convocaron en asamblea parando la producción y solicitaron la presencia del sindicato, se hizo presente en la planta. Los trabajadores expresaron su rechazo a los despidos, exigiendo a la empresa que retrotrajera la decisión y se abriera una mesa de negociación para reubicar a los compañeros en puestos acordes a su condición física. Ante la negativa de la gerencia, el sindicato solicitó una reunión con los directivos de la firma, por la cual al día de la fecha aún no hubo respuesta. También se realizó la denuncia respectiva en el Ministerio de trabajo de la Nación, que fijó audiencia para el próximo lunes 4 de julio en su sede de Callao al 100.
Los trabajadores junto a su Comisión Interna y con el apoyo del sindicato Federación Gráfica Bonaerense, iniciaron un quite de colaboración y se encuentran realizando asambleas diarias por turno para ir informando de la situación y decidir los pasos a seguir. |