Y llegamos al segundo semestre. Y lejos de estar mejor, estamos cada vez peor. O por lo menos así lo ven los cientos de trabajadores de la UOM en Córdoba, que hoy ya no están trabajando. Es que en lo que va del año ya tenemos cientos de despidos hormigas, o despidos disfrazados de retiros voluntarios en la rama metalúrgica. Y los que aún tienen la suerte de seguir trabajando, en muchas fábricas lo hacen de manera parcial ya que hay suspensiones.

Mientras miles de trabajadores en Argentina siguen recibiendo telegramas de despidos, Caló dice: “tuvimos despidos desde diciembre hasta marzo, después se ha parado y ahora tenemos algunas empresas que están con suspensiones, tenemos algunos problemas pero en su conjunto está todo normalizado”. La pregunta es ¿a qué le llama normalizado Caló? La “normalidad” del dirigente de la UOM tiene poco y nada que ver con la realidad cotidiana de los trabajadores que dice representar.

En Córdoba particularmente vemos cómo día a día se van compañeros desde que están abiertos los retiros voluntarios. Vemos cómo pasan desapercibidos algunos despidos a los famosos “carpeteros”, que ya dejaron todo en su puesto de trabajo y hoy están “rotos” y ya no les sirven a la patronal. Vemos que gracias a la continuidad de leyes ultra regresivas con respecto a los derechos de los trabajadores, ahora resulta que a "los contratados no se los puede defender" y es por ahí por donde empiezan a atacar, para dividirnos y desmoralizarnos.

No vemos muchas ganas de parte del gremio de dar una lucha contra estos despidos y suspensiones, pero en algunos lugares de trabajo ya se empiezan a organizar para dar batalla, es que se tiene bien en claro que “afuera” no hay trabajo, y ésta es la única manera de defender los puestos amenazados.

En Valeo, por ejemplo, se viene de reincorporar a 2 trabajadores con la fuerza de la lucha, con la ayuda de los abogados del PTS en el Frente de Izquierda; en contra de la opinión del sindicato que desde un primer momento nos desmoviliza.

En la fábrica de cableado para automotrices Mapsa, fueron los compañeros y las compañeras, que le impusieron al sindicato ponerse a la cabeza de la lucha que termino reincorporando a un compañero.

En Bs As y Santa Fe, abundan los casos en donde se sale al cruce de los despidos de los compañeros "contratados".

En Córdoba ya se planteó el escenario, y los trabajadores se plantaron contra los despidos de contratados.

En este marco al gremio (que en estos meses pre-elecciones gremiales) no le queda más alternativa que posar de combativos.

Lejos del tan ansiado alivio económico que el macrismo anunciaba para el segundo semestre, nuestros bolsillos nos dicen otra cosa. Es que el 33% en el que cerraron las paritarias en la UOM, quedan muy desactualizado ante los tarifazos y los aumentos llamados “quita de subsidios” (como el colectivo urbano).

Lejos del tan ansiado segundo semestre donde mantendríamos nuestros puestos de trabajo, tenemos un semestre con miles de despidos.

Lejos del tan ansiado segundo semestre el cual sería mejor, hoy estamos cada vez peor. O por lo menos así lo vemos los trabajadores de la UOM en Córdoba.

Ya no esperamos que pase el milagro y las cosas mejoren. Ya en este primer semestre tuvimos suficiente. Ya no tenemos que permitir ni un despido mas, ya no importa si es un compañero contratado o uno efectivo.

Si las dirigencias gremiales no escuchan esta voz pronto, no sólo va a ser un ruido si no que va a tomar cuerpo. Los trabajadores nos organizamos todos los días, en las canchas de fútbol, en los asados, en peñas y en cada salida. Y sabemos que nuestra propia organización y fuerza va a ser la que no permita FAMILIAS EN LA CALLE NUNCA MÁS!!!