El Departamento de Comercio de Estados Unidos dio a conocer este miércoles un reporte que confirmó una leve suba del gasto del consumidor, por segundo mes consecutivo, de un 0.4 %.
A pesar del dato optimista, algunos analistas advirtieron que en un contexto de mayor incertidumbre luego del Brexit “pueda afectar la confianza y llevar a los hogares a reducir el consumo.”
El gasto del consumidor en explica dos terceras de la actividad económica en Estados Unidos, subió un 0.4 % en mayo, mientras en abril había registrado una suba del 1,1 %. Si ajustamos el dato por inflación, la suba será de 0,3 por ciento.
Otro factor que se conoció ayer, fue el de ingresos que presentó una moderación. Así los ingresos personales subieron un 0,2 % en mayo, frente a un 0,5 % del mes de abril.
Mientras los salarios y compensaciones avanzaron un 0,2 % y los ahorros bajaron a 730.600 millones de dólares el mes pasado desde 753.700 millones de dólares en abril.
El índice de precios de gastos personales de consumo (PCE, por su sigla en inglés), excluyendo los volátiles componentes de alimentos y energía, se elevó un 0,2 % tras un avance similar en abril.
En los 12 meses hasta mayo, el PCE subyacente escaló un 1,6 por ciento tras subir en la misma magnitud en abril.
Otro reporte de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (NAR, por su sigla en inglés) mostró que los contratos para comprar casas usadas cayeron un 3,7 por ciento en mayo tras un incremento acumulado de 8,9 por ciento en los tres meses previos.
Ese declive probablemente refleja una escasez de propiedades a la venta, lo que está impulsando los precios de las viviendas.
A grandes rasgos los favorables datos de consumo, un factor clave de la economía norteamericana, podrían impulsar el crecimiento económico del segundo semestre del año. Sin embargo, analistas consideran que el efecto Brexit ha comenzado a preocupar a los economistas quienes ven probable que los consumidores por problemas de confianza decidan disminuir su consumo y aumenten su ahorro debido a un panorama económico incierto.
La economista Millan Mulraine, de TD Securities en Nueva York comentaba a la agencia Reuters que “de persistir las ondas de esta erupción que merma la confianza en los mercados financieros, prevemos que el impulso en el gasto se desacelere en los próximos meses, añadiendo una capa de incertidumbre al panorama económico de Estados Unidos más adelante".
El Brexit y la FED
Mención aparte merecen los efectos de la salida de Reino Unido y las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal, factor importante de los análisis sobre las perspectivas económicas del país.
Luego de la última reunión de la FED, su presidenta Janet Yellen, que el banco central estadounidense necesita asegurarse de que no haya impactos por el resultado del referendo británico antes de endurecer más la política monetaria.
Ayer luego de conocer los resultados del reporte sobre el gasto del consumidor, la Reserva Federal de Atlanta aumentó su estimación de crecimiento del gasto del consumidor en el segundo trimestre a una tasa anualizada de 4,3 por ciento desde un 4,1 por ciento. Eso elevó su pronóstico del PIB del segundo trimestre en una décima porcentual, a una tasa de 2,7 por ciento. Además el dólar se depreció frente a una cesta de monedas, mientras que los precios de bonos del Tesoro de Estados Unidos a largo plazo subieron.
El índice de inflación PCE subyacente, se ubica por debajo de la meta de 2 por ciento del banco central estadounidense.
Hasta el momento, los economistas proyectan que el "Brexit" sustraerá en promedio dos décimas porcentuales al crecimiento económico de Estados Unidos en los próximos seis trimestres. |