El día de la manifestación del 28 de junio, varias acciones contundentes fueron llevadas a cabo por el sindicato CGT-Energie. Los empleados de Enédis (anteriormente FEDER) ya habían dado que hablar desde el inicio del movimiento en contra de la ley laboral. Ya sea por haber cortado la electricidad a la casa de Pierre Gattaz (importante industrial francés) o al ayuntamiento y a la subprefectura de Tulle (antiguo bastión de François Hollande), o, más aun, ¡por haberles cobrado la tarifa reducida a parte de los usuarios de Ile-de-France, permitiéndoles ahorrar un millón de euros!
Esta vez, en la 11a jornada de movilización contra la ley El Khomri, CGT-Energie se destacó mediante varios cortes en el área metropolitana de Moulins y en la zona industrial de Cahors sud: una acción que Geneviève Lagarde, Presidenta del sindicato mixto de Cahors sud - y también socialista electa, por cierto - "lamentó". Esto es más bien una buena señal.
Precarización por un lado, privatización por el otro
Para Laurent Indrusiak, secretario general de la CGT de Allier, se trata de reafirmar mediante estas acciones la oposición a "la ley El Khomri [pero también] a la privatización de parte de las actividades de EDF [La empresa de electricidad]. De hecho, el estado está organizando actualmente la apertura de capital de la RTE (Red de Transporte de Electricidad), una filial de EDF. Esta privatización parcial, en la misma línea que la Ley Laboral, dará lugar a la eliminación de puestos, la reducción de salarios y todo a lo que se ven sometidos los empleados como consecuencia de la competencia entre empresas.
Nuevas acciones en perspectiva
Mientras que el 5 de julio el texto de la ley laboral "volverá" a la Asamblea y el gobierno no descarta la posibilidad de utilizar nuevamente el artículo 49.3 para hacer caso omiso de la votación parlamentaria, Laurent Indrusiak advierte: "No está descartado que llevemos adelante otras acciones mientras no nos escuchen", una forma de mostrar que no ha mermado la determinación de los trabajadores para derribar esta ley que sigue rechazando el 70% de la población.
En este contexto, la próxima votación del texto en la Asamblea Nacional probablemente sea movida, y nos surge una pregunta: ¿Habría que recomendarles ya a los diputados que compren velas?
Traducción Marisela Trevin |