En las últimas semanas tuvieron lugar en la Universidad Nacional de Catamarca, las elecciones de claustros en todas las facultades dependientes. La re-elección del Rector de la principal casa de estudios de la provincia es el dato más relevante. Este evento electoral, por su importancia política y sus características, tuvo resonancia en todos los ámbitos de la política y la prensa local. Con este artículo se pretende abrir una discusión sobre las estrategias políticas que se vieron en disputa en este proceso y las conclusiones que se desprenden como resultado del mismo.
El resultado del proceso electoral no expresa la realidad política de la UNCA.
Si vemos el resultado de las elecciones, tomando como eje la reelección del Rector Fama y las elecciones en la Facultad de Humanidades se puede ver claramente un desfasaje muy grande entre las corrientes políticas que expresan la opinión de docentes y estudiantes, y la “representación” política en los ámbitos del gobierno universitario.
El primer dato a tener en cuenta son las acciones de la histórica huelga universitaria que sacudió el país donde docentes y estudiantes de la UNCA llevaron a cabo acciones de paro y clases públicas con corte de calles, expresando en la acción una voluntad de lucha que fue encorsetada por la representación de Conadu regional al negarse a realizar asambleas conjuntas de docentes, estudiantes y no docentes para expresar hasta el final esta voluntad reivindicativa.
La corriente estudiantil Franja Morada y los peronistas de UDE sabotearon la huelga universitaria. Es decir que las acciones de los estudiantes y los docentes sobrepasaron la voluntad de sus “representantes” y las desbordaron, aunque sin poder derrotar las maniobras burocráticas. Estas maniobras permitieron que el Rector Fama, en la misma semana de la huelga, se reúna con Macri e imponga un aumento del presupuesto universitario del 1%, en un año con 40% de inflación. Es decir, un recorte de casi la mitad del presupuesto de la UNCA. Si esto es así, cabe preguntarse ¿Cómo es posible entonces que el rector de la UNCA haya sido reelegido con toda la comunidad educativa en contra de su política de ajuste y elitización de la universidad?
Sin luchar por democratizar la UNCA es imposible conquistar una universidad para los trabajadores y el pueblo
Si tomamos el resultado de las elecciones de Humanidades donde los compañeros que integran el FIT de la UJS-PO presentaron lista a consejeros estudiantiles, logrando ganarle a Franja Morada y al PJ, se expresa claramente que el rol de estas corrientes (PJ y Franja Morada) está fuertemente cuestionado en la base estudiantil y docente.
A su vez en la Asamblea Universitaria se presentó una lista de oposición que expresaba en sus integrantes a docentes que fueron protagonistas de la huelga universitaria y que participan de las luchas y los debates políticos en la juventud y los trabajadores, y algunos integrantes del espacio político del oficialismo en la provincia (el FPV), la lista “Encuentro por Humanidades”.
Aún con este “frentón”, al cual los dos consejeros del PO votaron, no pudieron arrebatarle a la burocracia universitaria el gobierno de la Facultad de Humanidades. Nuevamente cabe preguntarse: ¿Cómo es posible que la mayoría de los estudiantes y los docentes, no puedan frenar a la burocracia universitaria?
Aquí es donde es importante pensar de nuevo las estrategias políticas, es decir, en concepto del teórico de la guerra Karl Von Clausewitz: “La estrategia son los medios para alcanzar la victoria”. ¿Cuales son los medios para alcanzar la victoria de los estudiantes y docentes en Humanidades, donde claramente la fuerza está del lado de estos y sin embargo el triunfo es para la burocracia universitaria?.
En primer lugar está demostrado que los mecanismos del gobierno universitario como el del “voto ponderado”, es decir que no haya una elección directa de las autoridades de cada Facultad, ni mayoría estudiantil en el gobierno de la UNCA, permiten que por medio de maniobras, coimas y arreglos a espaldas de los docentes y estudiantes, se imponga la burocracia ligada al poder.
El acuerdo que planteó la UJS-PO con sectores que comparten el espacio político del oficialismo del FPV ,como se expresó en la lista “Encuentro por Humanidades” con la fórmula Alanis-Perea, compromete la independencia política de las fuerzas que integramos el FIT (lo cual para quienes militamos en el PTS en el FIT es un grave error). Pero además se demuestra completamente inútil ya que que al no proponerse políticas activas para tirar abajo el régimen universitario (que el FPV está más que interesado en mantener) como la elección directa de las autoridades (un estudiante = un voto), termina siendo fácilmente inmovilizado por medio de maniobras de camarillas.
Entonces claramente la “estrategia” de hacer “frentes con cualquiera que suscriba a un programa” se ha demostrado totalmente inútil, pero aún de haber triunfado en Humanidades, al no estar claramente en el centro de su política el desmantelamiento del régimen universitario, también hubiera sido “cambiar algo para que nada cambie”. Claramente opuesto a las necesidades que se expresaron en la huelga universitaria.
Esta conclusión es muy importante porque cambiando profundamente la orientación política los sectores activos de la comunidad universitaria, contamos con la fuerza para derrotar los planes del gobierno universitario, provincial y nacional.
Esta política errática de los compañeros de la UJS-PO no es un hecho aislado en la UNCA sino la expresión local de lo que se vió como una “estrategia nacional” en la política de esta corriente en la universidad, tomando el claro ejemplo de la Federación Universitaria de Buenos Aires donde los compañeros llamaron en repetidas ocasiones al FpV a formar un “frente técnico” para lograr el quórum del congreso de la federación, comprometiendo su independencia política.
Pongamos en pie el Frente de Izquierda en la UNCA para desarrollar la auto-organización estudiantil y derrotar a la Franja Morada y al FPV-PJ
Lejos de esta política de acuerdos por arriba, tenemos que desarrollar la auto-organización estudiantil, docente y no docente, con la perspectiva de tirar abajo el gobierno universitario y poner en pie otro tipo de experiencia de gestión educativa.
Sin un gran movimiento que se proponga estos objetivos, con los métodos de la democracia directa y la unidad docente-no docente-estudiantil es imposible democratizar la UNCA y llevar hasta el final las demandas más sentidas de una universidad pública, para los trabajadores y el pueblo, para echar a las mineras de la UNCA, para subir el presupuesto universitario, mejorar los edificios, transparentar los concursos docentes, luchar contra el machismo y la discriminación hacia las compañeras y una larga lista de demandas postergadas.
Las páginas de La Izquierda Diario están abiertas para desarrollar públicamente este necesario debate, invitamos a todos los compañeros de la UNCA a escribir y discutir qué acciones podemos llevar a cabo para dar pasos en este sentido. |