La economía de Latinoamérica se enfrenta a años de débil crecimiento y volatilidad de mercados, de acuerdo a los resultados de un sondeo trimestral de Reuters que reveló un nuevo recorte, esta vez más acentuado, en las proyecciones de expansión para la región. Otros reportes indican pronósticos similares como publicamos en este diario.
Tres economías que se incluyen entre las mayores de la región ya se encuentran en recesión y es probable que continúen rezagadas frente a sus pares en el 2015 y el 2016: Brasil, Argentina y Venezuela.
El panorama no es mucho más optimista para otros países, dado que sólo México y quizás Colombia parecen encaminarse a acelerar la expansión durante el próximo año entre las siete principales economías latinoamericanas.
Los pronósticos de crecimiento del 2014 han sido recortados en dos puntos porcentuales o más desde el comienzo del año. Y éstos podrían disminuir aún más porque los analistas aún no han incorporado la reciente debacle en los precios del petróleo, lo que representa un grave riesgo para naciones productoras como Venezuela.
Brasil se apresta a crecer un 0,3 por ciento este año, apenas para escapar de su actual recesión, y se espera que México se expanda un 2,5 por ciento. En tanto, Argentina, que también es parte del Grupo de las 20 mayores economías del mundo, se contraería un 1,5 por ciento en el 2014, de acuerdo al sondeo realizado entre 70 economistas de la región.
Michael Henderson, analista para Latinoamérica de la consultoría Maplecroft, con sede en Reino Unido, afirmó, “los fundamentos que apoyaron el crecimiento en la última década ya no están ahí", tras citar una baja en los precios de las materias primas, la ralentización del crédito y menos abundancia en los flujos de capital como razones para la desaceleración.
Los precios de las materias primas agrícolas como la soja y el maíz, las principales exportaciones de Brasil y Argentina, han declinado pronunciadamente en los últimos años. El precio del cobre, el principal producto de exportación de Chile, también ha bajado con fuerza por una disminución de la demanda de China.
El tambaleante crecimiento no ha sido exclusivo de Latinoamérica, puesto que otras regiones emergentes y países desarrollados también batallan por activar sus economías años después de la crisis del 2008 y del 2009. Esto podría generar un delicado problema en una región históricamente plagada por elevadas deudas e inequidad socioeconómica.
Algo parece cambiar luego de años de crecimiento elevado y precios por las nubes de las materias primas de exportación. América Latina se encamina a una nueva etapa en la cual el viento de cola comienza a soplar de frente, y esto cuando la economía mundial se encamina hacia una nueva etapa de la crisis iniciada en 2008. Los escenarios de “desacople” para la región tienen patas muy cortas esta vez. |