Nuevamente la Universidad Nacional de San Martín (UNSaM) está en el “ojo de la tormenta “ por convenios firmados con el Ministerio de Planificación Federal. Mientras estaba a cargo el entonces ministro Julio De Vido, quien está actualmente investigado por causas de corrupción y el caso de José López, se firmaron distintos escandalosos convenios entre ambas instituciones.
En esta oportunidad, la polémica “salió a la luz” por la suspensión en el mes de abril, por parte del titular del Sistema Federal de Medios Públicos, Hernán Lombardi, de 13 contratos que la UNSaM, a través del presupuesto de dichos convenios, adjudicó a distintas productoras audiovisuales. En el caso de la novela de Andrea Del Boca “Mamá Coraje”, que costó $ 36,6 millones, la decisión fue continuar con la producción de la misma,ya que al momento de la suspensión ya se había ejecutado $ 27,8 millones. La universidad obtuvo los recursos necesarios para llevar adelante la telenovela del Plan de Fomento de Contenidos Audiovisuales Digitales del Ministerio de Planificación Federal. Durante el gobierno kirchnerista, el Ministerio de Planificación triangulaba a través de la UNSaM, la Universidad Nacional de Tres de Febrero y la Universidad Nacional del Centro la contratación directa de productoras para que se hagan cargo de horas de ficciones.
En un reportaje televisivo el secretario Legal y Técnico de la Unsam, Eduardo Ratti, llamativamente sin dar cifras afirmó: “La Universidad cumplió la función de administrar fondos”.
Las triangulaciones de la Universidad se suman a las múltiples subcontrataciones También mediante convenios con dicho ministerio, que realizaba con el Centro Cultural Kirchner y Tecnópolis, haciendo de agencia tercerizadora laboral, lo que facilitó amplios despidos bajo el gobierno de Macri.
Ezequiel Andrada, presidente del Centro de Estudiantes de la Escuela de Humanidades de la UNSaM y militante de la Juventud del PTS sostuvo acerca la gestión de la universidad y el gobierno: “Nosotros venimos denunciando la precarización y las tercerizaciones que realizan a través de los distintos convenio que se suman a las que la UNSaM sostiene como política laboral ya instalada. Responsabilizando a la gestión de Ruta, que mientras “juega” a la agencia laboral con nuestra universidad, se lava la cara con un discurso estatista”.
“Tampoco somos ingenuos ante la lluvia de noticias que sacaron los medios hegemónicos intentando imponer una idea de que la educación universitaria es un gasto y un nido de corrupción, apoyándose en los desmanejos de los funcionarios que dirigen la universidad. El intento de imponer un discurso a favor del recorte y el arancelamiento se suman a la discusión sobre la rentabilidad de la educación superior”.
Finalizó: “Contra el discurso de los medios que toman algunas denuncias reales para desacreditar la educación pública, defendemos nuestra universidad y rechazamos los manejos de la casta de funcionarios que la dirigen. Estamos convencidos que la universidad pública la defendemos junto a los trabajadores docentes y no docentes que sufren la precarización, y el conjunto de los estudiantes que vienen sufriendo el ajuste con duras dificultades para seguir estudiando”.
Todo indica que la polémica no termina acá. Por un lado se expresa la gestión kirchnerista, por otro el gobierno y los medios hegemónicos, pero también resuena la voz de los estudiantes que se desmarcan de los entramados de unos y de otros. |