La ex presidenta Cristina Kirchner volvió a tener actividad pública durante el día de ayer, tras su arribo a Buenos Aires el día sábado y su aparición televisiva el domingo por la noche.
Durante casi ocho horas estuvo en el Instituto Patria, donde celebró reuniones con los diputados nacionales Andrés Larroque, Juan Cabandié y Eduardo de Pedro, los intendentes de Avellaneda y Berazategui, Jorge Ferraresi y Patricio Mussi, su ex secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, el ex titular de la AFI y titular del instituto, Oscar Parrilli, con Tristán Bauer, el dirigente radical Leopoldo Moreau y con el ex titular de la Afsca, Martín Sabbatella.
Además Cristina Kirchner precisó que también durante la jornada se comunicó telefónicamente con el presidente de Ecuador, Rafael Correa, y con el titular de la Unasur, Ernesto Samper.
Al cierre de la jornada brindó una conferencia de prensa en la que aprovechó para atacar al macrismo desde un ángulo social, por las políticas de ajuste del gobierno nacional, aunque evitó referirse a los escándalos de corrupción que rodean a su espacio político, así como a su citación para hoy en Comodoro Py por la causa del dólar futuro.
Sobre la situación social, la ex mandataria, comparando con su gobierno, afirmó que antes "había gente que se beneficiaba de los subsidios, pero pensaba que eran para los morochos, y ahora ves las tarifas y ves que hay una transferencia hacia los sectores concentrados", al tiempo que expresó su preocupación por el cierre de comercios y "la gente que no puede calefaccionarse".
Sin embargo, la parte más polémica de sus declaraciones haya sido quizás la referida al rol de la oposición frente al macrismo. Vale recordar que este mismo tema fue el que generó el único momento tenso de su entrevista con Roberto Navarro en C5N el domingo, cuando la presidenta quiso dar la charla por terminada ante la pregunta del periodista que apuntaba a que sus simpatizantes querían verla al frente en Buenos Aires.
Ayer, al ser consultada sobre cuál deberá ser el rumbo que tome la oposición, Cristina Kirchner respondió corriéndose de esa responsabilidad, y afirmó que ésa es una pregunta "que no deberían realizarle exclusivamente a alguien que es ex presidente, sino que deberían ponerle esos micrófonos a los dirigentes sindicales".
En este sentido, la ex mandataria criticó a los sindicalistas que "durante nuestro gobierno siempre cerraron paritarias por encima de la inflación y hacían terribles huelgas por el impuesto a las ganancias. Ahora cierran paritarias por la mitad de la inflación y pagaderas en cuotas, parece ’Ahora 12´".
De este modo, se atribuyó a ella misma una situación mejor en años anteriores: "ahora los dirigentes sindicales siguen siendo los mismos pero las paritarias no son las mismas, lo que quiere decir que los 12 años que vivimos el mérito no eran tanto de esos dirigentes sino del gobierno, porque si no hubieran obtenido ahora salarios por encima de la inflación".
La explicación careció de fuerza no sólo porque muchos de esos dirigentes sindicales son hasta el día de hoy del Frente para la Victoria y dejan pasar despidos y ataques al salario, sino también porque esta misma fuerza política está aplicando ajustes y represiones en las provincias que gobierna, como Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Cristina Kirchner también se corrió del centro de la oposición cuando afirmó que "nadie elige el rol que tiene y primero hay que sacarse de la boca el ’yo’ para cambiarlo por el nosotros". Esa fue su respuesta ante la consulta sobre cuál será su rol político en el futuro, y expresó que "hasta que no advirtamos que somos una construcción colectiva, vamos a tener problemas". |