El país realizó un nuevo acuerdo con un grupo de bonistas que seguían en default por 95 millones de dólares. El mediador Dan Pollack afirmó que el pacto contempla a 21 individuos e instituciones que no habían ingresado al acuerdo alcanzado con los mayores fondos buitre.
La propuesta de pago a los holdouts es en los mismos términos que la realizada a principios de febrero y se aseguró que una parte de los bonos que están prescriptos no serán compensados.
Según se desprende del programa financiero del Gobierno presentado en abril, la Argentina tiene pendiente de resolución reclamos por aproximadamente US$ 5.528 millones (que incluyen títulos de capital por US$ 1.800 millones), de otras jurisdicciones.
En Abril, el Gobierno le transfirió a los fondos buitres mayores 9.300 millones de dólares en efectivo, es decir a los acreedores que rechazaron los canjes de deuda que el país realizó en 2005 y 2010 para regularizar la deuda en default desde 2001, y que eligieron ir a juicio en Nueva York.
Una parte de los tenedores de títulos no se presentó. Por este motivo, el gobierno continúa negociando.
Los buitres grandes que acordaron con Argentina obtuvieron ganancias elevadas como el fondo NML de Paul Singer que logró un rendimiento de 1.308 % respecto del capital invertido, Aurelius 846 % y Bracebridge, 3.183 %.
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