La diputada nacional envió una carta a la gobernadora donde aporta “pruebas” de la complicidad del jefe de la Bonaerense con el narcotráfico. Vidal respondió que hablará “personalmente”.
“Vos y yo somos unas de las pocas que nos hemos comprometido a luchar contra el narcotráfico” dice la carta que Elisa Carrió le envió en el día de ayer a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.
El objetivo de la misma es “aportar las pruebas” que comprometen al comisario Pablo Bressi, actual jefe de la Policía de esa provincia, como parte del negocio del narcotráfico.
Entre otras cosas en el texto puede leerse que lo siguiente: “Bressi tendría que decirnos por qué designó a aquellos jefes de dependencia que se vieron involucrados en hechos vinculados al cobro de coimas al narcotráfico, cuál fue el mérito o justificación para nombrarlos en esos puestos”.
También se denuncia que “duda llamativamente que coimas que ascendía alrededor del medio millón de pesos fueran desconocidas por cualquier estrato de la fuerza policial. Resulta totalmente inverosímil creer que un oficial raso o subalterno sea tan audaz de cobrar semejantes sumas sin el aval de sus jefes, más aún cuando detrás de ello se tenía que cumplir un servicio para el narcotraficante que pagaba, el cual consistía en no actuar en detrimento de aquel, cosa que queda fuera de alcance de un oficial subalterno que no posee dirección alguna de ese tipo, sino es a través de sus jefes”.
La respuesta de Vidal llegó en el mediodía de hoy. “Lo que tenga que decirle a “Lilita” se lo voy a decir personalmente. Todos saben que todas las denuncias que se reciben (en su gestión) se investigan. Y que nadie que tenga alguna irregularidad acreditada va a seguir en el gobierno” afirmó la mandataria Bonaerense.
Según informa además la agencia DyN, Vidal también señaló que “en estos seis meses quedó claro que este gobierno pelea contra las mafias”, al tiempo que remarcó que “todas las denuncias” que llegan a su administración son investigadas.
Las denuncias contra Bressi no tienen nada de nuevo. Cuando se produjo la triple fuga de los condenados por el triple crimen de General Rodríguez, en La Izquierda Diario ya se había señalado que “Bressi (…) En 1999 tuvo un papel clave en la recordada toma de rehenes en el Banco Nación de Villa Ramallo: fue el hombre que negoció la “entrega” de los delincuentes. La toma terminó en una masacre aquel 17 de septiembre. En Ramallo tres ladrones, con la complicidad de la Policía –tal cual se demostró luego en el juicio–, quisieron robarse 300 mil pesos de la sucursal. Cuando llegaron las fuerzas de la Bonaerense, el episodio terminó con centenares de uniformados abriendo fuego sobre un auto que intentó salir del lugar. El saldo fue el asesinato a sangre fría de dos de los ladrones y dos rehenes: el gerente y un contador. Nunca quedó claro con quién y sobre todo a quien Bressi iba a “entregar” a los delincuentes y rehenes”.
Pocas semanas después, analizando el mismo hecho, el periodista especializado en temas policiales Ricardo Ragendorfer le recordaba a este medio el continuismo existente entre las gestiones de Scioli y Vidal en este terreno, dado que Bressi fue designado de plena conformidad con su antecesor en el cargo, Hugo Matzkin.