El Xeneize perdió 2-1 ante Independiente del Valle. Ganaba con gol de Pablo Pérez pero Cabezas y Angulo lo dieron vuelta. El gol de visitante enciende esperanzas para la revancha en la Bombonera.
El equipo de los mellizos Barros Schelotto logró un resultado aceptable desde Ecuador y se podría decir que es bueno por las perspectivas de clasificación a la final de la Copa Libertadores, si es que el jueves próximo puede remontar la desventaja. El gol de visitante con el que Pablo Pérez abrió el marcador a los 12 minutos puede ser determinante.
Si tomamos en cuenta el rendimiento, Boca hizo un buen partido en el primer tramo. Jugó de igual a igual los primeros 25 minutos y parecía mejor plantado que el local. Pero antes de que finalice la primera tapa comenzó a pesar la altura; Independiente del Valle pasó al frente por velocidad y resto físico. Boca se fue quedando sin aire y las oportunidades fueron para los ecuatorianos.
En el segundo tiempo, el Independiente de Quito plasmó la ventaja en el marcador: primero Cabezas –a los 16 minutos- con un buen remate cruzado y luego Angulo cocinó el resultado, acompañado de Rizotto que le puso un pase certero para que el delantero se escabulla entre los dos zagueros, que quedaron pagando, y logre establecer el 2-1.
Con la altura como cómplice, Independiente del Valle pudo haber estirado la ventaja. Pero no tuvo contundencia y Boca no se quedó expectante: un remate de Chávez que obligó a una gran atajada del arquero Azcona y luego una oportunidad increíble que se perdieron entre el “Cata” Díaz y Betnacurt, en la última jugada del partido.
El equipo ecuatoriano tendrá que revalidar su logro en la Bombonera el próximo jueves y no aparenta tener demasiados argumentos. Boca en cambio jugará con el aliento de su gente y con la tranquilidad de poder desplegar su fútbol y cumplir el libreto de su DT sin alteraciones físicas como la altura. Quedan 90 minutos y el partido hay que jugarlo. Pero no suena descabellado pensar en un Boca finalista de esta Copa Libertadores.