Fotografía: Protesta en Los Ángeles (@rgaut999).
Los videos viralizados de las ejecuciones racistas a manos de oficiales de la Policía volvieron a encender la bronca y las protestas en las calles de Estados Unidos. Se realizaron movilizaciones en las principales ciudades del país. Durante una marcha en Dallas (Texas) cinco policías y un civil murieron en un tiroteo y al menos siete personas resultaron heridas.
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La bronca vuelve a las calles
Desde temprano, empezaron a reproducirse las manifestaciones. Nueva York, Filadelfia, Chicago y Atlanta fueron las primeras en salir a la calle, pero no fueron las únicas. También se realizaron concentraciones y actos en diferentes localidades y se bloquearon autopistas.
En Nueva York miles de personas participaron de una masiva sentada en Times Square, uno de los centros neurálgicos de Manhattan. Aunque la Policía arrestó a varios manifestantes, también se realizó una protesta en Union Square y marcharon por la ciudad al grito de “Manos arriba, no dispare” y “Paren a la Policía, la brutalidad y los asesinatos”. Esa había sido ya una de las consignas más coreadas en la protesta frente a la mansión del gobernador de Minnesota, Mark Dayton, después del asesinato de Philando Castile.
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En Washington DC cientos de personas se reunieron frente a la Casa Blanca y marcharon hacia el Capitolio (Congreso) para protestar contra la brutalidad policial racista. Algunos legisladores se acercaron a saludar la manifestación y John Lewis, histórico activista del movimiento por los derechos civiles, dirigió unas palabras a la multitud que cantaba “Black Lives Matter” (las vidas de los negros importan).
Más tarde se sumó la costa Oeste, donde se realizaron bloqueos de autopista cerca de Los Ángeles y Oakland. En Los Ángeles, los manifestantes bloquearon una de las principales autopistas que atraviesan la ciudad. Las protestas continuaron aún después de conocerse las noticias de Dallas.
También hubo una importante manifestación en Atlanta (Georgia) y en St. Paul (Minnesota), donde participó el gobernador del estado.
Sin justicia no habrá paz
Una semana antes de los asesinatos de Sterling y Castile, se había conocido la absolución de uno de los agentes acusados por la muerte de Freddie Gray en Baltimore.
La impunidad de la Policía alimenta la bronca de la comunidad afroamericana, especialmente su juventud, que ve cómo a pesar de los discursos, sus vidas no importan.
Las ejecuciones racistas a manos de la Policía se han vuelto una constante. Los asesinatos de esta semana no hacen más que confirmar la vigencia del racismo institucional en Estados Unidos.
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