Foto: Marcadegol
Messi, tras una nueva final perdida, se retiró de la selección. Justificándose por “no haberle encontrado la vuelta”, el capitán se tiró su propio salvavidas. Y a pesar del esfuerzo de la gente por traerlo nuevamente a bordo, no parece estar dispuesto a tomar esa ayuda.
Más bien espera el momento justo para hacerlo por sus propios medios, ya que, según su entorno, es solo cuestión de tiempo para que el delantero se vuelva a vestir la camiseta celeste y blanca.
Por el momento tiene otro tema para ocuparse, en tierra. La justicia española lo condenó a 21 meses de prisión por evasión fiscal entre los años 2007 y 2009. Jorge Horacio Messi, padre de Lionel, comparte la misma pena ya que también es su representante personal.
Sin embargo, debido a que la sanción es menor a dos años y a que ninguno consta de antecedentes penales, no sería real la posibilidad de estar en una cárcel; la solución puede ser pactada a través de una multa económica y mediante otras tratativas legales.
Su club, el Barcelona, lo respaldó públicamente por su crimen financiero. El ente catalán, emitió un comunicado mediante el cual manifestó su desacuerdo con el Ministerio Fiscal. Alegó que la situación del jugador ya se había regularizado tras los interrogatorios que tuvo con la Agencia Tributaria española, que lo exculpó de todo cargo. Y culminó expresando su apoyo para Messi y su familia “en toda iniciativa que decida emprender en defensa de su honorabilidad y de sus legítimos intereses“.
A pesar de esto, algunos hinchas hicieron notar su desacuerdo en base a la posición que tomó el club y se manifestaron a través de las redes sociales. Consideran grave el apoyo hacia una persona que cometió un delito y por ende, creen que se rompen los valores que intenta difundir Barcelona, con su lema “más que un club” (en alusión al compromiso social, y no solo deportivo, que tiene con sus integrantes).
La Asociación del Fútbol Argentino tampoco esclarece demasiado sus situaciones. Sin presidente, con una junta normalizadora y con una nueva camada de dirigentes que pretenden tomar el mando a los tumbos, sin dejar pasar la “oportunidad”. Superliga, juegos de Río y elecciones: metas contraproducentes.
Los jugadores, expectantes y sin entrenador; Gerardo Martino, dio el portazo junto a su cuerpo técnico: declaró en contra de la AFA, sobre la evidente desorganización y falta de seriedad en mención a los Juegos Olímpicos que se disputarán en agosto. “También es por los que vienen atrás”, había reclamado Messi en el transcurso de la Copa América que se jugó en junio, en Estados Unidos, donde se quejó por los retrasos aéreos.
Las falencias son claras, el timón no tiene dueño y en medio de la odisea, todo parece dirigirse hacia un iceberg lleno de dura realidad. El fútbol está náufrago y sólo un trabajo en conjunto lo puede ayudar. Las playas de Brasil parecen una buena escala para recargar energías antes de retomar el rumbo en dirección al principal objetivo, la Copa del Mundo de Rusia 2018. | 
