“Cuando salgamos a pelear las reivindicaciones que le están quitando a los trabajadores va a ser muy dura esa pelea y estoy convencido, por lo que vemos permanentemente que están realizando desde el gobierno, que ese tiempo no está muy lejano”, aseguró Hugo Moyano ayer en su discurso de cierre del encuentro de la Juventud Sindical Nacional. A horas de terminar su mandato, el ruralista Gerónimo Venegas se propuso para sucederlo: "si soy prenda de unidad, no tengo problemas en ser secretario general”.
Sin embargo, ante la atenta mirada de dirigentes de 60 gremios reunidos en el Sindicato del Plástico en Esteban Echeverría, el líder camionero enseguida puso paños fríos al asunto: “No es una amenaza ni nada que se parezca, pero no se puede seguir aguantando las barbaridades que hace un gobierno que no tiene ningún tipo de sentimiento por aquellos que más necesitan”.
Enojado por los aumentos tarifarios, Moyano dijo que desde el Gobierno “no saben ni explicar las macanas que se mandan”. A su vez, respondió a las críticas que vio “en algunos programas de televisión” con respecto a su pasividad frente a las medidas del macrismo. “Nosotros sabemos cómo y cuándo tenemos que hacer las cosas” y agregó: “el movimiento obrero es manso y prudente, pero tienen que entender estos señores que no somos tontos”.
Al finalizar su discurso, Moyano hizo referencia al fin de su mandato al frente de la CGT Azopardo, que expira mañana tras 14 años consecutivos. Prometió que quienes lo reemplacen “van a reclamar con firmeza las conquistas de los trabajadores”, y propuso a Juan Carlos Schmid, de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), como su candidato para una CGT unificada.
Justamente, la CATT tiene prevista para hoy al mediodía una reunión para definir "los alcances de las protestas sindicales que se implementarán ante el malestar reinante", que finalizaría con una conferencia de prensa, tal como lo adelantó su secretario de prensa, Juan Pablo Brey.
Horas antes de las declaraciones de Moyano, Gerónimo “Momo” Venegas se anotó para sucederlo. El titular de la Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) anunció -en un almuerzo que brindó para dirigentes en la sede de la Escuela Política Sindical, ubicada en Capital Federal- que "si soy prenda de unidad, no tengo problemas en ser secretario general" de la central obrera.
El ruralista habló de “una CGT con propuestas claras y definidas que se siente a discutir con el empresariado y con el gobierno los intereses de los trabajadores". A su vez, se desmarcó de las versiones que hablan de una conducción tripartita: "tal como lo señalan los estatutos de la CGT, un solo secretario general y un consejo directivo de 35 miembros".
Así las cosas, en un marco crítico para el trabajador -con aumentos tarifarios, inflación y paritarias a la baja-, los dirigentes sindicales, entre almuerzos y reuniones, se siguen tomando su tiempo para definir la unificación de la CGT y las medidas de lucha. | 
