El marco para el clásico, como siempre sucede en los partidos en Rosario, fue de un fervor enorme. 40 mil almas auriazules colmaron el Gigante del Barrio de Arroyito, que con el pasar de los años se convirtió en una verdadera pesadilla para el equipo leproso. El recibimiento de la afición canalla se hizo sentir desde el minuto cero.
Central, así, salió con los tapones de punta y mostró orden de juego y fortaleza en gran parte de los 90 minutos. Con una sólida actuación de los marcadores centrales, la solvencia de Delgado, que ganó siempre en su banda, y con un Ferrari con oficio “clásico”, Central se blindó en el fondo y permitió que Becker, quizá la figura, y en menor medida Encina, dañen el centro y el fondo de la Lepra, y creen oportunidades para Abreu y para el pequeño Niell. Fue justamente el delantero de pasado en el Lobo platense el que encontró un pase teledirigido de Ferrari, que supo llevarlo al fondo de la red. Fue el 1 a 0, lo que destartaló el ya endeble esquema de Ñuls.
[Gol de Niell https://www.youtube.com/watch?v=LX3Cw7VThK0&list=UUAGaiAGJg1B3l-hpLpPcdvg]
Luego, el delantero de 1 metro 60 se retiró con una molestia y fue poco después cuando Scocco le dio a Central el único susto en el partido: un tiro cruzado desde la derecha que se estrelló en el palo y que la Fiera Rodríguez, desaparecido en toda la contienda, no supo liquidar.
Esos errores no se perdonan y pocos minutos después, a poco de finalizar los primeros 45 minutos, Nery Domínguez recibió un rebote, que convirtió en un bombazo que pasó por el costado de un inmóvil Ustari, molesto por un choque con Abreu, sellando así el resultado final.
[Gol de Domínguez. https://www.youtube.com/watch?v=7vaiCp0YUo8&index=47&list=UUAGaiAGJg1B3l-hpLpPcdvg]
En el segundo tiempo todo fue previsible. Central fue a un esquema de juego con menos valor ofensivo, poniendo solo al siempre inquietante Valencia arriba. Eso molestó más a Newell’s, que siempre estuvo trabado, incómodo, ofuscado. Esta impotencia se consagró con las expulsiones justas de Scocco y de Figueroa, que debería haber visto el cartón rojo antes, cuando estrelló un codazo en la frente de Berra, abriéndole un tajo.
Central agrandó su racha sobre su clásico rival: ahora son 48 disputas ganadas, frente a 42 de Ñuls. Russo ya es hombre récord, ya que de los 9 clásicos que disputó como técnico, no perdió ninguno. La Academia rosarina se prepara para el próximo desafío en la Copa Argentina, su prioridad deportiva. Newell’s tiene mucho que pensar y que rearmar. |
