En diversos puntos del país se cortaron calles y las esquinas más transitadas; se abollaron cacerolas; hubo golpes en los postes de luz y bocinazos en cantidad. El Ruidazo se hizo escuchar fuerte como lo mostró La Izquierda Diario en su edición de ayer.
Este jueves pasado, durante muchas horas, en las ciudades más importantes del país -pero también localidades menores- hubo concentraciones contra el tarifazo. Allí confluyó el descontento de la población contra las tarifas siderales que impone el Gobierno nacional. Al mismo tiempo, las manifestaciones daban cuenta del malestar imperante como consecuencia de la política de Cambiemos. La frase de que Macri “gobierna para los ricos” se gritó en muchas esquinas.
Sin embargo, los únicos que no parecen escuchar el ruido de la protesta contra el tarifazo son los dirigentes burocráticos de los sindicatos. Como si tuvieran los oídos tapados, su única preocupación pasa por las internas hacia la reunificación que se realizaría, supuestamente, el 22 de agosto.
Cada cual atiende su juego
Que el único interés pasa por las internas se vio también este mismo jueves pero más temprano. Ese día Hugo Moyano, en el mini estadio de Ferro anunció que se queda hasta el 22 de agosto al mando de la CGT Azopardo y que acompañará en todo lo que sea posible.
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¿Qué va acompañar Moyano? No se sabe. El Ruidazo o las protestas en curso seguro que no. En 7 meses de gobierno de Macri, más que declaraciones y críticas, no hizo. Excepto la gran concentración del pasado 29 de abril que, a esta altura, es solo un recuerdo que no tuvo continuidad en el tiempo.
En ese marco, el posible sucesor de Moyano, Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento) volvió a salir muy duro contra el macrismo y anticipó que convocará a “paros y movilizaciones de los trabajadores de toda la Argentina”. Pero la dureza es solo discursiva.
Schmid lidera la CATT, una confederación de gremios del transporte terrestre, aéreo y marítimo, que hace días lo postuló como candidato a encabezar la futura CGT unificada. La conferencia de prensa de lanzamiento sirvió de escenario para que la CATT anticipara que propondrá un paro general contra el Gobierno. Eso sí, el debate sobre ese plan será recién el próximo 4 de agosto, cuando se reúnan para seguir negociando la reunificación.
“Hay una incertidumbre manifiesta, aún después de haber entrado en el segundo semestre” afirmó Schmid. La mayor de todas, se podría decir, es cuándo harán algo las conducciones sindicales frente al ajuste en curso.
Más candidatos, más declaraciones, menos lucha
Como parte de las internas y la posible unificación de la CGT, la asamblea de los principales dirigentes que integran el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) analizó “la situación política y económico-social del país” así como “los pasos a seguir en el camino de la unidad del movimiento obrero”.
Aunque se saben debilitados por haber ingresado tarde en el proceso de unidad y haber sufrido una fragmentación que menguó sus fuerzas, propusieron al titular de la Unión Ferroviaria (UF), Sergio Sassia, como “único secretario general de la futura CGT unificada, en el marco de una conducción abierta, colegiada y participativa”.
“La CGT debe constituirse el 22 de agosto próximo con un solo secretario general, como señala su propio Estatuto” sentenciaba Omar Viviani, titular del Sindicato de los Peones de taxi e impulsor de la candidatura del dirigente que sucedió a José Pedraza, responsable de la muerte de Mariano Ferreyra.
Pero las diferencias no son solo de esquema de organización, sino también políticas. Viviani salió al cruce de Schmidt declarando que “es apresurado una medida como la lanzada desde la CATT” y para que no quedaran dudas remató diciendo que no cree que “muchas organizaciones se sumen al llamado”.
El otro que en los últimos días se sumó al grupo de posibles candidatos es el dirigente de Uatre, el “Momo” Venegas, que también pide una conducción unipersonal al tiempo que se sigue alineando con el Gobierno nacional.
Por el lado de Antonio Caló, titular de la UOM y la CGT Balcarce, tampoco hubo muchas declaraciones en los últimos días, ni por la las internas en la CGT, ni por las supuestas medidas que anuncia Schmidt y, mucho menos, llamando a tomar medidas contra el tarifazo y la situación que vive la industria metalúrgica que lleva más de 2000 despidos y suspensiones contantes.
Resistencia desde abajo
Los dirigentes sindicales están a años luz de distancia del descontento social que se expresó ampliamente este jueves.
No ocurre lo mismo en todos los niveles de la clase trabajadora. Muy por el contrario, fueron numerosos los ejemplos de sectores que, influenciados por el Frente de Izquierda, votaron participar en las movilizaciones contra el tarifazo.
Ademys, Suteba Matanza y Suteba La Plata fueron algunas de las organizaciones docentes combativas que se movilizaron el pasado jueves.
Por su parte, los trabajadores del Hospital Garrahan, en asamblea, también decidieron adherir y participar en las movilizaciones. En el Ministerio de Energía, el cuerpo de delegados de la sede de la calle Yrigoyen también decidió adherir a la convocatoria.
Entre los trabajadores telefónicos, la Agrupación Violeta -impulsada por el PTS en el FIT- planteó que el plenario de delegados votara la exigencia de un paro nacional a las conducciones sindicales. Pero la dirección kirchnerista de Foetra se negó a tomar la propuesta.
Todas estas actitudes contrastan abiertamente con la ubicación de la dirigencia sindical que sostiene una tregua duradera con el gobierno. En esa tregua ya dejaron pasar más de 150.000 despidos en el Estado y en el sector privado, el veto a la ley antidespidos por parte del gobierno de Macri y los tarifazos.
En toda la interna que definirá la unificación -o no- de la CGT, no están contempladas necesidades e intereses de los trabajadores. El Ruidazo, por ahora, no llega hasta las oficinas de los “dirigentes”. |