En promedio más del 20% del sueldo mínimo vital y móvil de un trabajador que vive en la Ciudad de Buenos Aires se destina al pago de los servicios de luz, gas, agua y Abl, el doble de lo que representaba en 2015 cuando esa cifra ni siquiera llegaba a ser de dos dígitos.
Lejos de "andar en patas y en remera", una familia que sólo usa en su casa una estufa de 5000 calorías durante la noche en julio de 2015 recibía una factura bimestral en promedio de $300. Ahora, con el aumento estipulado por el gobierno y anunciado por el Ministro de Energía, Juan José Aranguren con un "generoso" tope de 400%, esa gasto pasó a ser de $1500, es decir $750 por mes.
Ahora bien, no se trata del único incremento que recibió este invierno el trabajador. A eso debe sumarse las subas que llegaron en promedio al 40% en el impuesto del Alumbrado Barrido y Limpieza. Así, tomando como ejemplo a una familia que vive en un departamento de tres ambientes en el barrio porteño de Caballito que el año pasado destinaba $160 en el pago del ABL hoy debe abonar $225.
Apenas a un mes de haber asumido la presidencia el gobierno de Mauricio Macri anunció otro aumento que impactó de lleno en el bolsillo del consumidor. Otra vez en manos de Aranguren el gobierno oficializó que la tarifa de luz se incrementó un 200% desde febrero pasado. Además que pasó de ser un impuesto bimestral a convertirse en mensual. De esta forma, tomando como ejemplo la familia de Caballito, pasaron de pagar $90 por mes a abonar $270. Sólo con el uso de un aire acondicionado, que por supuesto no prenden en invierno, y dos televisores.
Pero si hay algo que reconocerle a este gobierno es la prolijidad. No se olvidaron de aumentar ningún servicio, es por eso que las facturas bimestrales de agua también llegaron a cada domicilio con considerables aumentos, manteniendo el mismo nivel de consumo. En este caso la familia tomada como referencia abonaba en julio de 2015, $100 hoy debe pagar $500, un 400% más.
Así, tomando como referencia el sueldo mínimo que se actualizó este año llegando a ser de $6.080, los gastos fijos de servicios acumulan un monto de $1495, es decir un 22% del ingreso de un trabajador. En julio del año pasado ese ingreso era de $5588 y los gastos fijos por servicios mensuales apenas llegaban a los $500, representando un 9% de ese sueldo. Queda claro entonces que el segundo semestre sólo trajo consigo aumentos y tarifazos para el bolsillo del trabajador.
Todos estos incrementos no tienen en cuenta el gasto que conlleva una vivienda, entre alquiler, expensas y gastos de supermercado. La renta de un departamento este año se vio incrementada en promedio un 40%, en la mayoría de los casos con ajustes semestrales, las expensas sufrieron una suba similar y llenar un changuito de comida en un supermercado, según los índices inflacionarios de la Ciudad de Buenos Aires, es un 29,2% más caro que el año pasado. Capítulo que analizaremos en una próxima entrega. |