El director de Tiempos Violentos (Pulp Fiction), dejó entrever que posiblemente se retirará luego de realizar su décimo filme. Tarantino cuenta en su haber con ocho producciones, por lo que sus seguidores esperaran con ansías las que podrían llegar a ser sus últimas dos películas. Sin embargo, dejó una puerta abierta, al deslizar que puede reconsiderar esta decisión: "Mi plan es parar en 10, pero con 75 años puedo decidir que tengo otra historia que contar".
Además declaró que el coronel Hans Landa, el impiadoso “cazador de judíos” de Bastardos sin gloria (Inglourious Basterds) fue su mayor creación a nivel personajes: "Hans Landa es el mejor personaje que he escrito y quizá el mejor que jamás escribiré. En su momento, no me di cuenta que era un genio lingüístico. Probablemente, es uno de los únicos nazis en toda la historia que podían hablar un perfecto Yiddish."
Interpretado por Christoph Waltz, quien se llevó el Oscar a Mejor Actor de Reparto en 2009 por ese gran trabajo, premio que el actor se llevara nuevamente en 2012 por su papel en Django sin cadenas (Django unchained), dirigido también por Tarantino.
En Bastardos sin gloria, Landa es enviado por el Führer a Francia para literalmente cazar a los judíos que han logrado escapar de la persecución nazi tras la ocupación alemana. "Me encanta el título no oficial que me han dado, justamente porque me lo he ganado. Lo que hace de mí un cazador de judíos tan eficaz es que, al contrario de la mayoría de los soldados alemanes, sé pensar como un judío, mientras que ellos sólo saben pensar como alemanes o, más exactamente, como soldados alemanes", se vanagloria en la primera escena de la película.
Waltz provoca diversas reacciones en el espectador. Uno no sabe si deleitarse con la impecable caracterización u odiarlo por la frialdad con que dispone del destino de sus víctimas. Tarantino, a quien le llevó diez años concluir el guión, construye la psicología del personaje de una manera magistral. Cada diálogo, cada acción del coronel parecen ser una metáfora de la maquinaria de muerte implacable puesta en funcionamiento por el nazismo.
Landa ha dejado su huella junto a otros oscuros personajes del cine, como Hannibal Lecter en El silencio de los inocentes (The silence of the lambs) interpretado por Anthony Hopkins. Además, se dice que el director se inspiró en el Coronel Douglas Mortimer de La muerte tenía un precio (Per qualche dollaro in più de 1965), cuyo personaje era un cazador de recompensas atroz, que casualmente también fumaba una pipa. Otra curiosidad es que Tarantino pensó en Leonardo DiCaprio para ponerse en la piel de Hans, pues su madre es alemana y el actor de Django maneja el idioma. Pero DiCaprio se encontraba filmando El lobo de Wall Street y no pudo sumarse al proyecto. Luego Quentin buscó un actor alemán, hasta que finalmente, poco tiempo antes de comenzar el rodaje encontró en Waltz, de origen austríaco, la figura que estaba buscando y que en sus propias palabras: “Salvó mi película”.
La violencia siempre ha sido un elemento presente en las obras de Tarantino, logrando ser una de sus "marcas registradas". En Bastardos sin gloria, esa crueldad y sadismo se naturalizan acunados por el marco histórico en que se desarrollan. |