Avaladas por el Congreso de la Unión, las reformas que integran el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) fueron promulgadas el día de hoy en un evento realizado en las instalaciones del Palacio Nacional, en el corazón de la Ciudad de México. Tras casi tres años en los que la propuesta avanzaba y retrocedía, finalmente se aprobó, en medio de inconformidad por las modificaciones a la ley 3 de 3. Estos cambios, según declaró Jesús Zambrano, presidente de la Cámara de Diputados dejan al Sistema incompleto.
Con la creación de este sistema, que integrará a la Auditoría Superior de la Federación, al Consejo de la Judicatura Federal, a la Fiscalía especializada y al Tribunal de Justifica Administrativa, entre otros, se buscará dar seguimiento a las declaraciones patrimoniales, de intereses y de impuestos (las planteadas en la ley 3 de 3), así como de los funcionarios sancionados y quienes intervengan en concursos y licitaciones, por medio de una Plataforma Digital Nacional. Con el fin de perseguir e investigar actos de corrupción, el Senado nombrará a un Fiscal Anticorrupción, que operará con autonomía técnica y operativa.
Se anunció que este Sistema contará con la presencia permanente del Comité de Participación Ciudadana conformado por 5 personas propuestas por el Comité del Senado. Así mismo, integrantes de las organizaciones no gubernamentales que participaron en el proceso de aprobación de la ley contarán con un lugar en el Sistema Anticorrupción.
Otra de las funciones del Sistema, será la tipificación de las conductas que serán consideradas como actos de corrupción, los cuales incluirán desde el peculado hasta el conflicto de intereses y su ocultamiento.
Este Sistema se aplicará a nivel nacional y se buscará la réplica del mismo en todas las entidades.
El fantasma de la Casa Blanca
Apenas una hora antes de que se realizara la promulgación de estas leyes, Virgilio Andrade, titular de la Secretaría de la Función Pública anunció su renuncia. Cuestionado por su papel en la investigación de la Casa Blanca, su renuncia, disfrazada de “responsable”, busca ser un elemento legitimador del naciente Sistema Anticorrupción.
Sobre el tema de la Casa Blanca y el escándalo en que se vio envuelta en 2014 la pareja presidencial, destacaron las declaraciones de EPN durante la ceremonia en que se firmó la promulgación del SNA: “Este asunto me reafirmó que debemos actuar frente a derecho […] En esto reconozco que cometí un error que afectó a mi familia, a la investidura presidencial y dañó la imagen del gobierno en carne propia”.
Y es que es claro que estas medidas responden al profundo descontento que existe en torno a la corrupción y malos manejos del erario por parte de funcionarios y políticos. Desde enriquecimiento ilícito hasta vínculos con el narcotráfico, la aprobación de este Sistema es una maniobra del gobierno federal para tratar de ocultar lo enraizado que se encuentran las corruptelas en los tres niveles de gobierno y en las instituciones, así como la impunidad que las reproduce, protege y perpetúa. |