Luego de sufrir el tarifazo, como si se tratara de una verdadera burla, los vecinos de Quilmes, en particular los de las zonas más carenciadas, vienen padeciendo cortes constantes del suministro eléctrico por parte de la empresa Edesur. Los más perjudicados son los vecinos de Bernal Oeste, Quilmes Este y Solano, quienes no tienen energía desde el domingo y denuncian que no obtienen respuestas por parte de la empresa.
El lunes por la tarde y ayer por la mañana, los vecinos de la zona de la ribera quilmeña se manifestaron en el acceso a la Autopista Buenos Aires-La Plata reclamando una solución urgente. También en San Francisco Solano se extienden las protestas ante esta situación: los vecinos protagonizan cortes sobre las avenidas Monteverde y Donato Álvarez, la calle 844 y otros puntos de la zona, ante el hartazgo generalizado.
Susana, jubilada de Bernal Oeste, manifestó: “Desde el domingo a las 6 de la tarde se cortó. Llamamos y nos dijeron que era un problema de baja tensión, pero no sé hasta cuándo vamos a estar así. Somos jubilados y se nos pudre la comida”. Esta es la situación de miles de trabajadores y jubilados en el distrito del macrista Martiniano Molina.
También se ve afectado el servicio de agua potable, ya que muchas bombas funcionan con electricidad, haciendo que los padecimientos sean mayores. Los cortes se extienden durante días, exponiendo a la gente a situaciones desesperantes. Según el ENRE ya son más de 3500 los usuarios que padecen cortes periódicos de energía.
Las protestas y ruidazos contra el tarifazo reunieron a cientos de vecinos de Quilmes y a organizaciones de trabajadores como el SUTEBA y la CTA, entre otras. La bronca de los quilmeños no es solo por este verdadero robo al bolsillo, sino también porque las empresas pretenden cobrar sumas siderales a las familias trabajadoras mientras los cortes de suministro se vuelven cada vez más frecuentes y prolongados. Mientras, de parte del intendente Martiniano Molina y la empresa Edesur solo se escucha el silencio. |