El negacionismo sobre los 30 mil desaparecidos parece ser una idea extendida en el gobierno de Cambiemos. Las indignantes declaraciones de Darío Lopérfido afirmando que “se arregló ese número en una mesa cerrada" le valieron su renuncia por el repudio generalizado que generaron, sobre todo entre los trabajadores de la cultura. En aquel entonces Claudio Avruj, secretario de Derechos Humanos de la Nación, quiso despegar a Cambiemos y aseguró que “se trató de una opinión personal que no representa la opinión del Gobierno”.
Sin embargo, lejos de ser declaraciones personales, las afirmaciones de Lopérfido forman parte del nuevo relato sobre el genocidio y los derechos humanosque el macrismo quiere imponer. A las declaraciones negacionistas del ex ministro de Cultura se suman el discurso de reconciliación con las Fuerzas Armadas, el plan para que estas actúen en asuntos de seguridad interior y la participación de represores en el desfile oficial del Bicentenario como Aldo Rico, quien fue homenajeado como un héroe de Malvinas.
En un nuevo capítulo de este nuevo relato sobre los derechos humanos , la gestión de Cambiemos montó en el Espacio para la Memoria y de manera nada ingenua la muestra de los 280 días de la CONADEP, donde se afirma que según la “información comprobable” se registran 8.960 casos de desaparecidos. El informe de la CONADEP, que puede encontrarse en el famoso libro del “Nunca Más”, fue elaborado en el año 1984 y no incluye una enorme cantidad de denuncias posteriores. Uno de ellos es el conocido caso del conscripto Alberto Ledo, quien fuera desaparecido mientras cumplía el servicio militar obligatorio en La Rioja, bajo las órdenes de César Milani. Ese caso sólo figuraba, por ejemplo, en los registros de desaparecidos de La Rioja y no en el informe nacional.
Reconciliación e impunidad
Durante la apertura de la edición 2016 de Tecnópolis, Marcos Peña afirmó que “no hay utilización de este espacio como forma de adoctrinamiento, sino que es para todos los argentinos, sin banderías políticas y gratis para todas las familias” mientras que Macri pedía que fuera “un lugar de encuentro de todos los Argentinos”.
El discurso “desideologizado” de Cambiemos pretende marcar un contraste con el discurso kirchnerista y mostrarse como más plural, mientras busca dar vuelta la página del genocidio y llevar adelante la reconciliación con las Fuerzas Armadas. “Hemos comenzado una nueva etapa en el país, que impulsa a dejar atrás enfrentamientos y divisiones”, dijo el presidente al encabezar un acto en el Colegio Militar por el 206 aniversario de la creación del Ejército en mayo.
Pero detrás de ese nuevo relato del macrismo, hechos como la participación en el desfile del Bicentenario de genocidas como los militares del Operativo Independencia que desfilaron en Tucumán o del carapintada Aldo Rico que lo hizo en Palermo, muestran claramente lo que significa para el Gobierno “dejar atrás enfrentamientos y divisiones”: la impunidad. |