En las últimas semanas uno de los temas locales que volvieron a escena compitiendo con los tarifazos es la mal llamada “inseguridad”. Tras algunos hechos, concejales del bloque Cambiemos en acuerdo con el FpV gestionaron un aporte de $400.000 destinados a equipar a las fuerzas represivas locales. Este acuerdo fue firmado por la intendenta Marisa Fassi el pasado miércoles 13 de julio.
La intendenta y el diputado nacional Gustavo Arrieta se reunieron el miércoles 20 con la cúpula policial para pedirles que intensifiquen los “operativos urbanos de identificación”. El sábado 23 el ministro de seguridad provincial de María Eugenia Vidal, Cristian Ritondo, prometió más equipos y fuerzas represivas, agendando nuevas reuniones para esta semana. Se ve cómo también a nivel local en materia represiva el FpV y Cambiemos tienen acuerdo.
En este último tiempo es notable el avance de la Policía Local sobre la juventud y el pueblo trabajador. Por la mañana cuando se va al trabajo o a la escuela, por la tarde cuando se vuelve de la larga jornada diaria, o en cualquier momento de distensión como en las plazas, la pesada herencia sciolista de los “pitufos” pide identificación, revisan bolsos y mochilas, con situaciones de abuso de autoridad. Sin distinción de edad. Seleccionando según “portación de rostro”, capucha o vestimenta. Estas prácticas no ocurren solo en Cañuelas, sino que en toda la provincia se observa esta intensificación, con casos alarmantes como el de la jubilada de La Plata, una joven amamantando a su hijo en San Isidro o los cientos de casos que implican a jóvenes menores de edad de secundarios, por nombrar solo algunos casos.
Estas prácticas que empiezan a tornarse habituales, y el matrimonio Fassi pide que se intensifiquen, son puro circo. El verdadero crimen, como el de los hechos delictivos de estos días, está organizado involucrando a las mismas cúpulas policiales, funcionarios, y jueces. Perseguir a los jóvenes y a los trabajadores en nada va a aportar a solucionar este problema y es una distracción para no avanzar en investigar las internas policiales.
Incremento del control social en el marco de ajuste
¿Pero a qué responde la escalada en materia represiva? Esta no se cimienta en los casos de inseguridad. En el marco de tarifazos y despidos, la bronca popular va en aumento. Si se desatan puebladas contra los tarifazos, si los trabajadores inician medidas de lucha para defender sus conquistas, que el aparato represivo este aceitado es fundamental para la clase dominante. La avanzada de los “pitufos” responde a esta necesidad.
Es tanto el interés de los dueños del país en esto que mientras a nivel local la intendenta se juntaba con las cúpulas policiales Macri se reunía con las cúpulas militares para reflotar la idea de involucrarlos en seguridad interior, algo que está expresamente prohibido por, al menos, tres leyes nacionales.
Una marcha que nada aporta
La sensibilidad frente a algunos casos se aprovecha políticamente y desde Cambiemos orquestan una convocatoria para hoy lunes al palacio municipal reclamando seguridad. Una marcha que le hace el juego al aumento del poder represivo sobre los trabajadores, las mujeres y la juventud. |