Según lo informó el COI dicho organismo conserva las muestras para pruebas de dopaje durante 10 años a fin de poder someterlas a nuevos análisis una vez que se cuente con nuevos métodos, lo que significa que quienes hayan usado sustancias prohibidas sin ser detectados al momento pueden ser descubiertos años después.
En el mes de mayo dicha institución ya había detectado 30 casos de doping en Pekin y otros 23 en Londres en controles retroactivos, pruebas que volvieron a ser analizadas.
En esta segunda serie de comprobación el COI se enfocó principalmente en medallistas de Pekin 2008. De los últimos 30 HAAP (hallazgos analíticamente adversos provisionales) de Pekin 2008, 23 fueron medallistas. Los 30 atletas fueron de cuatro deportes y ocho de comités olímpicos nacionales. Los 15 atletas con HAA (hallazgos analíticamente adversos) de Londres 2012 representaron a dos deportes y nueve a comités olímpicos nacionales. Mientras que la tercera y cuarta serie continuarán durante y después de los Juegos Olímpicos de Río 2016 en Brasil.
El presidente del COI, Thomas Bach, subrayó en el mismo comunicado que el reanálisis de estas muestras evidencia "la decidida lucha" del organismo contra el dopaje.
En este sentido ya desde la Comisión Disciplinaria del COI, compuesta por el suizo Denis Oswald, la sueca Gunilla Lindberg y el español Juan Antonio Samaranch, decidió ya la descalificación de los resultados de las pesistas Turca Sibel Oskan medalla de plata en Pekin 2008 a quién se le ordenó la devolución de la medalla y el diploma olímpico, como así también con la pesista Ucraniana Yulia Kanina, medalla de bronce de Londres 2012.
A días de que se inicien los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, ya se puede afirmar que pasarán probablemente a ser recordados como los juegos donde los casos de dopajes rompieron todas las marcas |