A 40 años del último golpe genocida en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) se sigue estudiando con la tinta de colaboracionistas de la dictadura militar. Es el caso de la Cátedra A de Derecho Político, que continúa utilizando el programa y los libros redactados por el Dr. Alberto Natale, quien fue intendente de Rosario desde el 1981 hasta 1983. Durante este período desaparecieron y asesinaron a militantes políticos como Cambiaso y Pereyra Rossi.
Este abogado, que hoy es usado como un ejemplo en nada menos que en “Derecho Político” fue además asesor en el Ministerio del Interior en 1971 durante la dictadura de Lannuse y era miembro del Partido Demócrata Progresista, formación política de centro derecha conocida por dar su apoyo civil a la dictadura genocida. Es paradójico que este sea el camino que elijan los docentes de esta casa de estudios para “alumbrar” el camino de sus estudiantes en clases sobre la ¿democracia?
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Estos programas de estudio que persisten en la facultad legitiman una ideología que en nuestro país tuvo un significado concreto con el genocidio del 76 y el avance sobre las libertades democráticas. De esta manera la Facultad forma a los futuros abogados como si nada hubiese pasado en estos años, es decir, como si no se hubiesen comprobado en los juicios a los militares que hubo un plan sistemático del terror.
En consecuencia, sus planes de estudios nada dicen sobre los jueces cómplices de la dictadura como Bruza de esta ciudad, así como tampoco nombra la impunidad que sigue presente por los compañeros desaparecidos que siguen sin juzgar. Los estudiantes sí salen conociendo de principio a fin la prioridad de la propiedad privada y el derecho comercial, una digna herencia de la ese período histórico. No podemos decir lo mismo respecto a los derechos humanos o de los trabajadores.
Y no es únicamente un problema de los programas, sino que a su vez los docentes reproducen estos discursos impidiendo que existan otras opiniones que contradigan ese “dogma”. En los cursos al plantear el problema de estudiar con los libros del llamado “proceso” y frente a la defensa hecha por el profesor que trató de dar una visión “light” de la dictadura, los estudiantes callaron, probablemente por miedo a enfrentarse con el docente y en consecuencia desaprobar la materia.
Pero éste no es el único caso, ni en la UNR, ni en el país. En La Plata desde el CeProDHdenunciamos en conjunto con los estudiantes de la Facultad de Derecho al juez Piombo que tuvo que presentar su renuncia como docente y juez. Aun hoy existen en las universidades funcionarios que colaboraron con la dictadura y son protegidos con el silencio oficial de las gestiones, y por ese camino tenemos que ir los estudiantes de derecho. | 
