Pasadas las 18 horas, cerca de 200 personas se convocaron en Barrio 9 de Julio, donde vivió y fue asesinada Laura, marcharon hasta la esquina donde fue encontrado su cuerpo, en Piedra Labrada y Tupac Yupanqui donde colocaron una placa en su memoria.
Estuvieron presentes organizaciones de la diversidad sexual como Devenir Diverse y AMMAR, también organizaciones políticas como Partido Obrero, Izquierda Socialista y la Juventud del PTS, y, por supuestos, en la cabecera de la marcha, sus familiares, amigos y vecinos, todos al grito de “Justicia” y movilizados por su asesinato transfóbico, atacada por el simple hecho de haber elegido una identidad diferente a la cis-norma.
A poco más de un mes del 3J, sigue plegada la bandera de #NiUnaMenos. El crimen de Laura Moyano nos demuestra que la violencia patriarcal está presente más allá de que se hayan conseguido leyes que protejan o contemplen los derechos de las personas trans, una vez más, la igualdad ante la ley no es la igualdad ante la vida. |