El Secretario de Políticas, Regulación e Institutos del Ministerio de Salud de la Nación, Eduardo Munin, se refirió a los “progresos” del hospital: asombra que mencionen entre ellos las “mejoras en limpieza” cuando despidieron más de 120 trabajadores sólo de ese servicio.
Parece que hay realidades distintas en el hospital, que se viven según desde donde se la mire; desde los trabajadores y pacientes o desde los directivos: desde los despachos parece que todo reluce.
Sin embargo, años atrás había empresa privada en la limpieza, que fue desmantelada por la lucha de los trabajadores. Actualmente, tras los despidos, intentan nuevamente tercerizar. La falta de personal llevó a cubrir puestos con horas extras que no se pagan en tiempo y forma, otros –Seguridad- fueron obligados a trabajar 12 hs, perdiendo trabajos.
Mientras corren los rumores de la segunda ola de despidos para diciembre, es muy contradictorio y maléfico que el gobierno vea bien la gestión del hospital. Pero ahí está la otra realidad: para ellos somos pérdida económica, “ñoquis”, gente que sobra mientras nosotros hacemos malabares con los horarios de trabajo, con los insumos y el miedo de ser depedidos.
El desamparo que tenemos como trabajadores, nos lleva a reclamar y exigir por parte de los gremios, una respuesta a estos ataques constantes. Necesitamos un paro nacional, en el cual se note nuestro desagrado a este gobierno, que utiliza el miedo para pisotear nuestros derechos.
El modelo de salud que quiere el PRO es de desguace y represión, como vimos en el Borda, de profundización de la crisis de la salud pública. Su política es certera: reducción de personal, achicamiento del estado y tercerización. Para ellos la salud pública es pérdida económica, para nosotros, un derecho humano por el cual organizarse. |