La reserva de Newells en el Gigante de Arroyito, consiguió eliminar al clásico rival y así avanzar a las semifinales de la Copa Santa Fe.
La copa Santa Fe no fue prioridad de los primeros equipos. Entonces, los juveniles se hicieron cargo de la situación y ambos equipos disputaron el partido con pasión, compromiso y el nerviosismo lógico que provoca un clasico rosarino.
Con partidos flojos, en líneas generales y sin distinción de camisetas hubo muchos nervios para manejar la pelota. Es cierto que no se les puede caer a los pibes por el discreto partido que armaron, ya que cuando juegan los "experimentados" tampoco logran hace del clásico un derroche extraordinario de fútbol.
La suerte se selló desde los doce pasos y allí los leprosos estuvieron imparables con cinco penales convertidos que les permitieron desatar el festejo en suelo adversario.
Fue un alivio para el pueblo Rojinegro cortando una larga racha sin ganarle a Rosario Central. | 
