Fotografía: DyN
En la tarde de ayer Mauricio Macri anunció, frente a sindicalistas y gobernadores de todo el país, la creación de un Plan Universal de Salud cuyo objetivo apunta a dar cobertura nacional para aquellas personas de los sectores más vulnerables.
El Ministerio de Salud de la Nación, a cargo de Jorge Lemus, fue el responsable de la elaboración del Plan y si bien la presentación fue lo suficientemente escueta, Macri indicó que se destinarán 8.000 millones de pesos para este proyecto. Cabe aclarar que estos fondos son parte de los 27.000 millones de pesos del Fondo Solidario de Redistribución (FSR).
De acuerdo a las declaraciones del líder de Cambiemos, se busca “fortalecer el acceso de los ciudadanos a los centros de salud pública”. Uno de los primeros pasos sería implementar el otorgamiento de una credencial por cada paciente del país que permitiría el acceso a las fichas médicas e historias clínicas de los pacientes.
Entre las medidas que abarcará el Plan se encuentra una partida de 4.500 millones de pesos destinados a situaciones de emergencia o epidemias. En este sentido y con 18.297 casos de dengue contabilizados hasta el mes de marzo de 2016 en nuestro país, se hace difícil creer que eliminar esta epidemia solo se trate de un tema económico. Sobre todo si se toma en cuenta, como ejemplo, lo sucedido en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde murió una maestra por esta causa, algo absolutamente evitable si hubieran mínimamente cumplido con el fumigado de las zonas de riesgo. No está de más recordar que precisamente el PRO gobierna este distrito desde hace casi una década.
Otro aspecto que contempla este Plan es la creación de una Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías. Este organismo creado ad-hoc se encargará de analizar los medicamentos que, según Macri, serán recetados para evitar “despilfarro y sobreprecios”. Bajo la figura de control y austeridad se oculta el verdadero objetivo que es disponer de la menor cantidad de medicamentos posible.
Cabe mencionar que la prueba piloto ocurrió cuando el titular del PAMI, Carlos Regazzoni, redujo del listado de remedios cubiertos por esa entidad unos 150, aduciendo que “la evidencia médica disponible no resulta suficiente para determinar beneficios clínicos significativos”.
Por si estas pruebas no fueran suficientes para demostrar que este anuncio tiene más de fuegos de artificio que de un proyecto con miras de ser real, sería oportuno señalar que Jorge Lemus, Ministro de Salud de la Nación, es el responsable de haber vaciado y desmantelado varios programas fundamentales como el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable.
Algo que en la presentación en la Casa Rosada no se aclaró es que tanto la atención médica como las internaciones de las personas de los sectores más vulnerables, se realizará en hospitales públicos. Como ya se ha denunciado en La Izquierda Diario el estado edilicio de estos centros de salud hace que muchas salas y quirófanos se cierren por falta de mantenimiento. Asimismo la precarización laboral bajo la forma de becas y contratos que abunda en todos los hospitales, tanto entre profesionales como no profesionales, hace que muchos opten por trabajar en la actividad privada. Sin dudas esto es parte de la herencia de la “década ganada”, sobre la que el macrismo actúa amedrentando y despidiendo como sucedió recientemente en el hospital Posadas.
Más allá del anuncio, este Gobierno claramente no tiene como objetivo brindar asistencia a los sectores más vulnerables. El ajuste feroz que descargó en estos sectores y en toda la clase trabajadora es prueba de ello. |