En la edición del sábado 30 de julio del "gran diario argentino", el periodista Marcelo Cantón se despachó con una nota acorde a los tiempos de ajuste que quieren imponer el gobierno y los empresarios contra los trabajadores y el pueblo. Tanto Clarín como La Nación, vienen repitiendo distintos tipos de artículos que funcionan de usina ideológica a favor de atacar las condiciones de trabajo y de vida de las mayorías populares. Buscan justificar que la crisis caiga sobre nuestras espaldas. Para lograrlo llegan al colmo de mentir cínicamente sobre el costo laboral en la Argentina, planteando que es de once dólares por hora, es decir alrededor de $165 la hora laboral, esto representaría unos $33.000 mensuales.
La realidad de la enorme mayoría de los trabajadores está lejos de estos números: el promedio del ingreso en la Argentina es de $8000 cuando la canasta básica supera los $19000. Entonces, ¿De qué once dólares la hora están hablando?
Una nueva operación ideológica
El artículo de Clarín plantea que el gobierno, los sindicatos y las patronales quieren discutir de acá a un mes el problema de la productividad y la "competitividad", y cómo los empresarios no la pueden acrecentar por el alto costo laboral que existe en la Argentina. La nota de Cantón se basa en un estudio de la consultora abeceb.com de Dante Sica, según el cual, en nuestro país, un trabajador cobra once dólares la hora. Lo compara con "Brasil, con 6,50. Japón, Estados Unidos y Alemania, entre un 23 y 46". A su vez, agrega que el dato que preocupa a las patronales es que en Argentina "cuesta cuatro veces producir cada unidad de cualquier producto o servicio que en algunos de los países desarrollados".
Para reforzar este planteo cita, nada más y nada menos, que a Daniel Funes de Rioja, titular de la COPAL, cámara de los empresarios alimenticios, quien desde hace años viene fustigando contra los derechos laborales y al mismísimo ministro de Trabajo Jorge Triaca. Ellos coinciden en señalar que se debe avanzar en discutir los problemas de productividad y competitividad. Según Triaca: "la Argentina ha perdido mucha capacidad productiva y la inversión se va para otro lado". La citada nota continúa planteando, en síntesis, que la responsabilidad de que esto suceda se debe principalmente a los altos salarios, el ausentismo y los accidentes laborales. Se busca atacar a los trabajadores, para que los empresarios sigan "llevándosela en pala".
Obviamente, en la nota de Clarín no se toma la opinión de ningún trabajador para que cuente cómo se sufren las medidas de ajuste, los despidos, los tarifazos y la pérdida del nivel adquisitivo del salario.
La verdad de los trabajadores sobre el costo laboral
Se nota claramente una operación para bajar los salarios, para crear una conciencia de que hay que ajustar. Que el país no es productivo ni rentable a las inversiones extranjeras porque el costo laboral es muy alto, cuestión que obviamente es totalmente falsa. Nos quieren llevar a que las pocas conquistas que aún nos quedan las perdamos. Es un chantaje entre "te bajo el salario" o "perdés el puesto de trabajo". Nos quieren poner en las condiciones de países como México, atado a los tratados de libre comercio con EEUU y una enorme precariedad laboral mayor a la de Argentina; o Brasil, en donde se viene registrando hace un tiempo un gran ajuste sobre los trabajadores.
En ese sentido los trabajadores tenemos que abrir esta discusión y plantear qué es lo que quiere este Gobierno, que responde claramente a los empresarios, y que quiere utilizar esta cuestión salarial mintiendo, porque ningún trabajador de la Argentina o alguien que este bajo patrón gana u$s 11 la hora, lo que implicaría $165.
Quieren crear esta conciencia de que el trabajador argentino “es muy caro”, que falta mucho al trabajo, que hay ausentismo, que “tiene muchos accidentes de trabajo” y que eso afecta también a los empresarios, cuestión que sabemos que no es así. En la mayoría de los trabajos se está doce horas en condiciones paupérrimas. En Kraft por ejemplo, en el turno noche trabajamos seis días a la semana. Entramos el domingo a la noche y salimos el sábado a la mañana, y muchas fábricas si no se hace doce horas, te echan. Es lo que pasa en la mayoría de los lugares y esto es lo que produce los accidentes de trabajo.
En la nota de Cantón se compara con las estadísticas de los países llamados desarrollados donde la producción está altamente tecnificada, no como acá que todo "lo atás con alambre" o la máquina no funciona. La garantía de que la máquina funcione es el lomo del trabajador y no la tecnificación.
¿Qué hay detrás de toda esta operación? Quieren hacer una nueva reforma laboral para flexibilizar las condiciones de trabajo y atacar los derechos laborales. Claramente lo que plantean es que el costo laboral argentino es muy caro. Y eso genera también desocupación, un factor que históricamente en el sistema capitalista baja el salario. Porque te dicen que hoy ganas doce, mañana te pagan diez, y si no, tenés la calle porque hay otros que están dispuestos a ganar 10. Entonces eso es el "ABC" de cómo bajan el costo laboral, atacando los derechos de los trabajadores.
La hipocresía de la burocracia y de Carlos Tomada no tiene límites
En la misma nota de Cantón se toma lo que dice Juan Carlos Schmid, dirigente de la CGT, quien se opone a esta posición sobre el costo laboral. Planteando cuestiones que son reales, como que el costo laboral argentino no supera el 5% del total del valor de producción de un producto, sino que tiene que ver el sistema tributario, impositivo, el transporte, el costo de la materia prima, que lo que encarecen, y también la competencia, el monopolio y los formadores de precio que son los monopolios extranjeros y nacionales.
Sin embargo, las cúpulas sindicales lo que dicen de boca deberían llevarlo a los hechos, ya que estas palabras están cargadas de hipocresía en el marco de una tregua infinita con el gobierno ajustador, mientras el mal humor social crece y comienza a expresarse. Si sólo de la burocracia dependiese, tarde o temprano todo intento de reforma laboral va a pasar por prebendas económicas porque ese es su rol en este sistema. Como hacen actualmente dando tregua por la plata de las Obras Sociales van a terminar también dejando pasar cualquier reforma como pasó en el 2001 con la "Ley Banelco", con el escándalo de corrupción incluido y la compra de senadores. En ese momento, Rodolfo Daer era el líder de la CGT.
También el ex ministro de trabajo Tomada se opuso, cínicamente, solo de palabra a la discusión de productividad y es resaltado en la nota citada. Es el mismo Tomada que dejó como "herencia" alrededor del tercio de la mano de obra precarizada, los techos salariales y el grueso de la estructura laboral flexibilizada de los 90’. No es de esperar mucha “resistencia” del ex ministro del FPV, la misma fuerza que lleva adelante el ajuste en Santa Cruz y Tierra del Fuego y permitió en el Senado la votación de la entrega a los buitres, entre otras cosas.
Los trabajadores debemos organizarnos para enfrentar y frenar los ataques
Los trabajadores tenemos que discutir entre todos esta situación y no permitir que pase esta ideología que quiere imponer Clarín, que es vocero del Gobierno de los empresarios. Los trabajadores tenemos que seguir organizándonos en las agrupaciones antiburocráticas, clasistas para fortalecer la pelea por recuperar los sindicatos para ponerlos al servicio de las luchas de los trabajadores. En ese camino, exigir a las conducciones sindicales que hay que lanzar un gran paro nacional de 36 hs con movilización a Plaza de Mayo para hacer sentir la enorme fuerza que tenemos los trabajadores y terminar con las políticas de ajuste.
Por último, quiero invitar a la importante movilización que realizaremos el próximo 9 de agosto el sindicalismo combativo y la izquierda contra el tarifazo, el ajuste y por la reapertura de paritarias en momentos que la inflación sobrepasó los aumentos salariales enormemente. También exigiremos a la dirigencia sindical que rompa la tregua con el gobierno. |