Mundialmente conocido actor por películas de acción y su trayectoria como artista marcial, Bruce Lee es considerado uno de los mayores difusores de las artes marciales. Sin embargo hay otra cara de su vida menos conocida: la de Filósofo Marcial.
Lee Jun-Fan (inscripto en el registro civil de los EE.UU como Bruce Lee) nació en San Francisco, California, el 27 de noviembre de 1940. Su padre, Lee Hoy Chuen era actor de una compañía de teatro Chino que se encontraba de gira en ese momento. La Segunda Guerra Mundial se encontraba en auge y en el Océano Pacífico los japoneses comenzaron a invadir China. La familia Lee preocupada de que la situación empeore y que no puedan volver a su país de origen, retornó a Hong Kong cuando el pequeño Bruce tenía tres meses de edad. Al año siguiente la Marina Imperial Japonesa tomó Hong Kong y la ocupó militarmente hasta el fin de la guerra.
Al finalizar la guerra, el padre de Bruce regresó a su trabajo de actor y muy a menudo era acompañado por su hijo, que a los 6 años pasó su primer casting y actuó en la película The Birth of Mankind. Su madre era de ascendencia Chino-Alemana y católica. Cuando Bruce cumplió los 12 años fue inscripto en la escuela secundaria La Salle, un instituto católico de Hong Kong donde se le comenzó a enseñar el idioma inglés. Al año de su inscripción fue expulsado: su actitud desafiante, las bajas notas y su fama de pandillero lo convirtieron en persona no grata.
“Yo era un punk e iba en busca de peleas... Usábamos cadenas y bolígrafos con cuchillos ocultos en su interior.”, contó Lee al hablar sobre su adolescencia (Black Belt, Octubre de 1967).
Bruce conoce las artes marciales por primera vez a los 13 años. No paraba de caer de pelea en pelea y un día su padre le enseñó Tai Chi (una variante más lenta del Kung Fu) como forma de auto defensa. Fue un amigo de la calle el que le hizo conocer el Wing Chu y quien le presentaría a quien luego sería su gran maestro.
Dos potencias se saludan
Desde los 13 hasta los 18 años Bruce Lee se entrenó y formó en el arte del Wing Chu con el maestro Ip Man (una suerte de leyenda viviente de las artes marciales) Quien no lo aceptó la primera vez como alumno por su malos modos, pero luego al volver y mostrar respeto fue aceptado como alumno.
Según su viuda -Linda Lee Cadwell- en su libro The Bruce Lee Story cuenta: “Si hay algo que Ip Man dio a Bruce, que pudo haber cristalizado la dirección de Bruce en la vida, fue interesar a sus estudiantes en las enseñanzas filosóficas de Buda, Confucio, Lao Tzu, y otros grandes pensadores y filósofos. Como resultado, la mente de Bruce se convirtió en la destilación de la sabiduría de tales profesores”.
Al parecer, la influencia positiva de las artes marciales lo ayudaron a encauzar su conducta y sus estudios. Fue inscripto en otro colegio católico llamado Saint Francis Xavier. Cursando en esa escuela, Bruce ganó el torneo intercolegial de Boxeo Occidental en donde noqueó en el tercer round al tres veces campeón de la escuela Gary Elms y también se destacó como bailarín ganando un torneo de baile cha-cha-cha.
Tanto la expresión corporal como la danza y las artes marciales pudieron alejar a Bruce de las peleas y los problemas, aunque no por mucho tiempo. Un joven practicante de Kung Fú de una escuela rival lo retó a un duelo. En dicho combate Bruce fue herido de gravedad por un piquete de ojos; él perdió visión para toda su vida, pero el otro chico perdió la pelea y unos cuantos dientes, quedó muy mal herido y sus padres lo denunciaron con la policía. No era la primera vez que Bruce tenía problemas con la ley, pero la gota que derramó el vaso fue cuando golpeó a gente de la mafia local (“La Triada”). Su padre, temiendo por su vida, no dudó de mandarlo a vivir a EE.UU. con una amiga de la familia. Ese viaje fue el que le abriría las puertas a convertirse en una estrella de cine y de las artes marciales.
En la segunda entrega analizaremos su Filosofía Marcial a través del libro en el que plasmo el arte marcial que él mismo creó: El Tao del Jet Kun Do.
No te pierdas la Parte II –La filosofía Marcial de Bruce Lee