Con el deseo de conocer y aportar a la novedosa experiencia de la cooperativa MadyGraf, ex Donnelley, un grupo de docentes de la Escuela Nº10 de Islas de Tigre, nos acercamos a la planta, la recorrimos y compartimos una tarde de charla, mates y proyectos a futuro en común con sus trabajadores.
Para Mario Sadras, el director, esta visita “fue un momento felíz, una experiencia que plantea posibles infinitos encuentros, incluso a pesar de las distancias ideológicas”. Mario, maestro rural y de islas de toda la vida, es militante y peronista desde los años de su juventud. “Me impactó la posibilidad del encuentro a pesar de nuestras diferencias.
Porque la coincidencia, lo que nos une, es que el centro para todos sea la felicidad, el bienestar del hombre como fin. Eso ví en los compañeros. Yo soy “gallo viejo”. Mas que escucharlos les ví la mirada, el amor y el orgullo por su oficio, realmente ví más de lo que los compañeros nos quisieron mostrar…y yo todavía creo en mirar a los ojos y mucho más, todavía tengo en mente cambiar algo…”
Para Luján Rocha, bibliotecaria de la escuela: ”Ingresar a MadyGraf es ingresar a un universo de esperanzas y lucha. Ver y escuchar a los trabajadores contar su experiencia me contagió esa energía con aroma a tinta. Hoy sus camisetas comparten el mismo color: el del orgullo y la poesía de la lucha compartida”.
Para Silvina Pesce, orientadora social, y miembro de la seccional Suteba Tigre: “Queremos que cada uno de nuestros chicos isleños y costeros reciban el cuaderno y eso se convierta en una enorme red expansiva de solidaridad desde las familias de nuestra comunidad hacia Madygraf, difundiendo esta espectacular experiencia de producción al servicio de la educación pública, desde el continente a la isla, cruzando el río y llegando a todas las familias del Delta.”
Y Mario agrega: “Estos compañeros, con esta experiencia, son un verdadero “riesgo” para el terrorismo internacional de mercado. Porque es tremenda la eficacia que demuestran los propios trabajadores –incluso en el propio capitalismo- cuando son ellos mismos los que gestionan la producción, por su defensa de la calidad de vida y por lograr las mejores condiciones de trabajo. Y remata, entusiasmado, como deseo y como apuesta: ¡Yo en este tren voy hasta la China!”. |
