Entre mate y mate ese amigo del Escabeche, Francisco Aller, guitarrista de la banda, nos cuenta desde el porqué del ensamble, sus influencias, de la transformación del folklore.
Entre mate y mate ese amigo del Escabeche, Francisco Aller, guitarrista de la banda, nos cuenta desde el porqué del ensamble, sus influencias, de la transformación del folklore a nuevos ritmos y de cómo afectan las políticas a los pequeños grupos under y lugares para poder difundir lo que más les gusta hacer. Además, se preparan para tocar en Circe, este sábado 13 de Agosto.
Con un repertorio que combina temas clásicos y composiciones propias, Ensamble Escabeche es un cuarteto de música folklórica argentina y latinoamericana que trae una propuesta novedosa y refrescante.
Fiel a su nombre, son un verdadero escabeche: elementos y fuerzas creativas diversas que, en su equilibrio, logran una sonoridad, un “gustito” que una vez que se lo prueba al oído se le hace imprescindible.
Formado a principios de 2014 en la Ciudad de Buenos Aires por los músicos Francisco Aller (guitarra y voz), Julián De Santis (percusión y voz), Marcelo De Simone (bajo) y Hernán Zelaya (piano, arreglos y voz), el grupo hace gala de la mezcla de influencias y, además de las obligatorias zambas y chacareras, se le atreve a algún candombe o bolero.
Todo bajo el signo de la fusión y el equilibrio. Hay ciertos ecos jazzeros que se cuelan por el bajo de De Simone o la batería de De Santis, un anclaje poderoso en las rítmicas tradicionales de nuestro folklore a través de la guitarra de Aller y una amalgama infaltable en las teclas de Zelaya, cuyos desplantes verbales y sus conversaciones con el público constituyen un show aparte.
En su ciclo: "Ese amigo del escabeche", para afianzar aun mas su interacción con el público reparten un tema impreso. No cobran entrada para que ninguno se quede afuera por ese motivo y se pasa una gorra donde cada uno hace su aporte. El lugar elegido es El Hueco donde la barra tiene precios populares en bebidas y comidas.
¿Por qué Ensamble Escabeche?
El nombre tiene que ver con las diferentes influencias que tenemos cada uno, perfiles diferentes y es como que se mezcla todo adentro de un frasco, en este caso el frasco vendría a ser el ensamble.
¿Cuáles son sus influencias?
Cada uno de nosotros tenemos diferentes influencias, además que hemos pasado por diferentes momentos muy personales de escuchar música. Podríamos resumir que hay mucha búsqueda de folklore tradicional, hay mucho toque de jazz, mucho de folklore moderno como Juan Quintero, Raúl Carnota, un toque más rockero como Raly Barrionuevo y mucha música rioplatense como Rubén Rada o los hermanos Ibarburú, Jaime Roos de diferentes estilos.
¿Cómo eligen el repertorio?
Tiene que ver con lo que propone cada uno de los integrantes del grupo, se somete a una votación si se hace o no, en el caso de empate se hace. Por lo general se van haciendo los temas. Si tenemos un repertorio con demasiados ritmos similares a uno de los temas lo sacamos, para tratar de cerrar un espectáculo más dinámico con el público. También tocamos temas tradicionales, como La Nochera que la tocamos con la introducción original editada, que es muy raro porque es un tema conocido pero que esa introducción de la edición original no la toca nadie. Y temas como Campo Afuera que invita a la gente a cantar y otros temas menos conocidos como El Gato Del Vidalero que lo pusimos en el repertorio para dar a conocer y reproducir la cultura de la lengua quechua. Es un gato que tiene una parte en quechua y una parte en castellano.
¿Cómo se conocieron?
A principios de 2014 Hernan, que toca el piano, tenia la intención de formar un grupo de arreglos de folklore, el estaba cursando una materia, que justamente se encargaba de eso, y queria hacer arreglos en un grupo de músicos en general. Habían llamado a un violinista y a otro guitarrista, era un quinteto que solamente duro un mes y por diferentes motivos han dejado de tocar, se quedaron sin guitarrista y Hernan me llamo, cosa que me puso muy contento. Conocí a Marcelo y a Julian, Julian habia tocado en varias oportunidades con Hernan, eventos privados y otros proyectos y Marcelo formaba parte de dos grupos anteriores al ensamble con Julian, uno era Charango en Trio y otro es un proyecto que tienen actualmente que se llama "Cronogramas en Phantomas", una banda de rock como otros proyectos que mantienen en paralelo.
¿Por qué el folklore se transforma o muta en pop, como por ejemplo Luciano Pereyra, la Sole o Abel Pintos?
Esta es una opinión muy propia: hay un tránsito de una vertiente del folklore que tiene que ver con las necesidades que se van abriendo en el mercado. Durante un tiempo se estuvo revalorizando la música argentina en general y en algún momento se propusieron hacer música, que por lo general venía de afuera, con artistas relacionados a una "identidad argentina". Como el caso de Luciano Pereyra o Abel Pintos, podríamos mencionar a Jorge Rojas o a la Sole, que a pesar de estar más vinculado con el flolklore se hace un poco más pop. Responde a una necesidad de mercado, a algunos les ha ido muy bien en cuanto a trabajo, repercusión y masividad. Abel Pintos es uno de los artistas de más convocatoria de Argentina, sin lugar a dudas. Más allá de juzgar por qué el folklore pasa a tener otro tipo de ritmos es una oportunidad que se les presenta y la concretan.
Esos artistas que tienen una identidad con un estilo de música pasan a hacer otras cosas, de esa manera mantienen al publico anterior y obtienen un público extra. En los festivales folklóricos, que son muy masivos, suelen ser las figuras fuertes en convocatoria aunque quizás hoy en día su repertorio sea un tanto lejano al folklore.
¿Cómo pensás que las políticas de Cambiemos afectan a la actividad artística?
Haciendo una reseña a más atrás, desde que ocurrió la tragedia de Cromagnon, muchos centros culturales y pequeños espacios se han cerrado. Comenzaron a tener mayores restricciones con respecto al tema seguridad, salida de emergencia y matafuegos. Empezaron controles y habilitaciones que en muchos casos han sido imposibles de lograr.
Convengamos los accidentes fatales ocurren en lugares masivos, no donde entran 70 personas.
Los lugares que están habilitados reciben un control semanal y según cuan estrictos sean los inspectores los van clausurando, eso hace que haya menos lugares para poder tocar, menos centros culturales que puedan difundir sus direcciones. Se ven obligados a trabajar en la clandestinidad. Los teatros con los aumentos de tarifas se ven obligados a cerrar o dan perdida.
La tendencia que acompañan las políticas actuales se ve reflejada en los diferentes eventos que se generan, se hacen grandes eventos de tango "mundiales", pero se clausuran las milongas donde van 150 personas. Todo lo que no es acorde a un negocio no sirve y lo que es una expresión genuina de la cultura es competencia a lo que sí es negocio, entonces recibe todas las trabas posibles y por haber.
Por otro lado uno no puede cobrar una entrada proporcional a la inflación por que se queda sin público. Cuando el año pasado una entrada salía $ 100 hoy tendrías que cobrar $ 300, algo imposible porque no iría nadie, incluso cobrando $ 100, porque la gente cuando tiene menos plata en el bolsillo empieza a recortar por el ocio o la recreación.
¿Cómo surgió la idea de ese amigo del escabeche?
Ese amigo del escabeche surgió de la necesidad de generar un espacio ameno para compartir con los amigos, que se dedican a la música y los que no. En un ambiente familiar con mucha relación con el público, haciéndolos partícipes. Repartimos canciones para terminar cantando todos juntos. La idea es compartir un grato momento donde lo primario es sentirnos cómodos todos.
Por eso lo hacemos en un galpón cultural muy bonito llamado El Hueco, en la Paternal, donde hay diferentes talleres. Todos a precios muy populares para que no sea privativo para el que guste hacer alguno.
Foto invitación