El Gobierno de Macri dio un giro en política exterior de mayor alineamiento y colaboración con el imperialismo. Como parte de este giro uno de los pasos fue la incorporación de Argentina como “país observador” a la Alianza del Pacífico. Su objetivo estratégico es incorporarse a esta alianza y posteriormente al Tratado Trans Pacífico que promueve Estados Unidos.
En el taller se abordaron estos acercamientos, así como los participantes del taller realizaron preguntas al respecto y sobre las contradicciones para Argentina y Brasil porque una mayor apertura implicaría desmantelar la protección al mercado interno que puede generar disputas interburguesas.
Katz señaló que la clave estratégica de este gobierno es la apertura comercial, el norte es el tratado del pacífico. “Lo que ellos quieren y donde van a poner todas las fichas”. El economista agregó que Macri va a avanzar lo más rápido en eso. Se demuestra no sólo por ser observador del Tratado del Pacífico sino en cómo lo recibe a Peña Nieto, no pierde oportunidad en hacerle un guiño a Europa, a Perú, a Chile, y EEUU.
Castillo sostuvo que la Alianza del Pacífico es estratégica para el Gobierno pero todavía está en una fase primaria. La apertura económica ya empezó a pegar pero no de lleno.
Gigliani en cuanto al sector industrial explicó que la industria está protegida y en parte va a seguir protegida, los industriales ante problemas de productividad y problemas de tipo de cambio lo que hacen es aumentar los precios.
Katz advirtió que el objetivo del gobierno es un objetivo complicado y potencialmente explosivo porque ir para ese lado implica desmembrar la alianza con Brasil en los términos que está hecho hasta ahora, sería corroer el Mercosur tal cual lo conocemos hasta ahora. Además implicaría una reorganización integra de la burguesía industrial que es pulverizada en un Tratado del Pacífico. | 
