Sábado a la tarde. Miles, decenas y centenares de miles de argentinas en medio de sus tareas remuneradas en sus trabajos o no remuneradas en sus hogares. Y a unos miles de kilómetros, en el -quizás por única vez en muchas varias décadas mas- olímpico más próximo en cuanto a distancias con nuestro país, la ya reconocida mundialmente Paula Pareto peleando en Judo, un deporte inentendible para más del 99 por ciento de la población en nuestro país.
Nadie en Argentina habla de Judo, aunque Pareto ya lo haya hecho conocido por sus glorias. Ahora diarios como Olé, Clarín, todos los medios argentinos hablan de Paula Pareto. Se lo tiene merecido, aunque todo el resto del año esos mismos medios ningunean a ese deporte, y a las mujeres deportistas las usen la mayoría de las veces -como a todas las mujeres- de fetiches machistas. El diario Olé sin dudas es el campeón en esto último. Y no ahorró palabras tirando una frase para el olvido. Dijo que Pareto pone mas “huevos que Nocioni”. Vaya manera de entender el deporte femenino en ese diario...
Pareto superó a Las Leonas, a Sabatini y Suarez; a todas las medallistas mujeres argentinas. Es la primera mujer argentina en sacar medalla oro en unos olímpicos. La estadística dice mucho de la sociedad capitalista actual: de 19 oros argentinos en toda la historia nacional, ella es la primera mujer en conseguirlo.
Y si bien el deporte femenino no puede suplir la lucha y organización de las mujeres por sus derechos postergados, la garra de Pareto contagia, por como resiste los embates. Bien vale la alegría de ese oro olímpico para ella, su equipo y para todas las mujeres del país. Aunque nadie, ni yo, podamos hablar de wazuris y demás yerbas orientales. |